El movimiento feminista se organiza en Bolivia contra el Golpe

Desde diversos departamentos de Bolivia se alistaron convocatorias para llevar a cabo encuentros feministas para plantear una propuesta desde la disidencia

Regeneración, 18 de noviembre de 2019. La crisis postelectoral en Bolivia se profundiza a partir de la violencia y militarización del país. Ante esta compleja situación política, las mujeres bolivianas se están movilizando para abrir espacios de diálogo, análisis y protesta desde el Parlamento de Mujeres, que se celebra de espaldas a los disturbios de La Paz.

Cuando inició el conflicto en Bolivia, al día siguiente de las elecciones celebradas el 20 de octubre de 2019, las mujeres sabían lo que las protestas y el clima de tensión significarían.

Todos tenían claro que la segunda vuelta era aún una opción.

Por un lado, se asumía la victoria del MAS, el partido de Gobierno, mientras su principal contendiente, Carlos Mesa, de oposición mostraba su disposición a impugnar.

El 23 de octubre, cuando se hacía oficial la victoria de Evo Morales, las protestas se multiplicaban por todo el país.

Ese mismo día, María Galindo, feminista y militante de Mujeres Creando y con 25 años de lucha, escribía el artículo «No nos maten por una silla» y los temores se confirmaban.

Galindo hacía un llamamiento a las feministas de todo Bolivia para organizarse.

El mensaje fue recibido y se sumó a la búsqueda de una solución democrática desde varios sectores.

Desde otros departamentos se alistaron convocatorias para llevar a cabo encuentros feministas para plantear una propuesta, para escuchar desde la disidencia y la rebeldía.

La primera convocatoria del Aquelarre Subversiva, un encuentro de feministas autónomas, llamaba a un encuentro el 27 de octubre en la ciudad de El Alto.

La segunda ciudad más poblada de Bolivia, conocida por ser un lugar de asentamientos inmigrantes, tanto de áreas rurales como de otros departamentos del país.

Luego se sumó la convocatoria en La Paz para una reunión el 28 de octubre.

El mismo día, las feministas del sur, que representan el movimiento de Sucre y Tarija, se encontraban con el objetivo de imaginar otras alternativas.

En Cochabamba ya se contaba con un pronunciamiento el 29 de octubre.

Cuatro de nueve departamentos iniciaron la organización y los pronunciamientos que han desembocado en el llamado Parlamento de Mujeres que sigue sumando sesiones en La Paz.

El Movimiento feminista en Bolivia no es un ente unificado y se entiende desde distintas voces y características particulares.

Hoy son un actor real en la lchha contra el golpe y por la emancipación de las mujeres en Bolivia.