En peligro de extinción las abejas nativas de México por tala

Las abejas nativas están en peligro por la tala y perdida de hábitat. El peligro de la extinción se amplía a las especies que poliniza la abeja.


Regeneración, 27 de mayo de 2019. Se calcula que la desaparición de las abejas meliponas o trigonas, conocida popularmente como abejas maya, terminaría con la mitad de la flora y con el 75% de los productos de consumo humano.
Las abejas nativas son tan importantes como la abeja europea y están más integradas a los ecosistemas en tanto que no son exóticas 
Esta abeja esta en peligro de extinción debido a la deforestación y el cambio climático, señaló Adriana Correa Benítez, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
La especialista dijo que la abeja maya, que también es conocida como meliponas y trigonas, es originaria del continente americano.
Ella tiene una característica que es muy temida en las abejas europeas: no pica.
Esta es la razón por la que es fácilmente manejable por el ser humano.
Se trata de una especie de abeja originaria del continente americano cuya labor principal es la polinización de bosques y selvas que funcionan como ‘pulmones’ del planeta.
Las abejas europeas llegaron a México luego de la conquista española.
Correa señaló que ambas son muy importantes para la polinización, pero de manera diferente.
Mientras la abeja europea se ha destinado a la polinización de cultivos y de los productos que consume el ser humano, las abejas mayas lo hacen en selvas y bosques, que son ‘pulmones del ecosistema’.

Cuidar selvas y bosques

Ante ello es urgente decir que al deforestar selvas, manglares y no cuidar los espacios donde las abejas viven las ponemos en peligro de extinción.
“Tenemos que cuidar el medio ambiente porque las meliponas y trigonas son las polinizadoras de la selva por excelencia”, destacó Correa Benítez.
Indicó que la miel que produce la abeja maya posee características medicinales y curativas.
Señala que entre 2000 y 2005 se calculó en 4.8 millones de hectáreas destruidas anualmente, cifra que se incrementa a 5.5 millones entre 2005 y 2010.
Referencia:
en Cambio de Michoacán, http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-n53263