Escocia prohíbe el fracking 

El gobierno escocés prohíbe el fracking o fractura hidráulica, tras consulta pública, por sus efectos negativos sobre las comunidades, la salud, el medio ambiente y el clima.

La Marea

Regeneración, 5 de octubre de 2017. El gobierno escocés ha anunciado esta semana que “no apoyará el desarrollo de gas y petróleo no convencional” en el país. Esto significa, según una nota de prensa oficial, una “prohibición efectiva sobre la técnica del fracking“. 

El ministro escocés de Negocios, Innovación y Energía, Paul Wheelhouse, ha anuncido la medida ante el Parlamento, donde ha afirmado que el fracking “no puede tener y no tendrá lugar en Escocia”.

El gobierno de Nicola Sturgeon ha basado su decisión en una campaña de consultas públicas, que ha durado cuatro meses. La consulta ha recibido, según el propio Ejecutivo, unas 60.000 respuestas, con un apoyo casi total a la prohibición. Alrededor del 99% de las conestaciones se han opuesto a la polémica técnica extractiva. 

Entre los motivos de los escoceses para rechazar el fracking están los efectos negativos que estos proyectos pueden tener sobre las comunidades, la salud, el medio ambiente y el clima. 

En las consultas públicas se expresa escepticismo acerca de la posibilidad de mitigar estos impactos con regulaciones y se duda de la contribución económica que el fracking pueda suponer para el país.

La técnica de fractura hidráulica, o fracking, consiste en la inyección de líquidos a alta presión en rocas del subsuelo, para forzar la apertura de grietas y aprovecharlas para extraer gas. A pesar de que este método hace décadas que se emplea para extraer hidrocarburos convencionales (de pozo vertical), su uso para extraer gas y petróleo no convencionales es relativamente reciente. 

El fracking ha suscitado numerosas preocupaciones, desde la contaminación de acuíferos y las fugas de metano en el subsuelo, hasta el aparente sinsentido que supone extraer combustibles fósiles en un mundo que se dirige a un modelo basado en energías renovables.

Reino Unido es uno de los países de Europa con mayor desarrollo de fracking, aunque tanto en Gales como ahora en Escocia la técnica está prohibida. El gobierno de Inglaterra, no obstante, ha promovido la exploración de zonas susceptibles de ser explotadas mediante este método. En agosto, ya se comenzó a extraer gas en las inmediaciones de Blackpool, en el norte del país.

El diputado conservador escocés Dean Lockhart criticó una decisión que, a sus ojos, provocará que la economía escocesa «se quede atrás».

Lockhart indicó que el «fracking» puede aportar ingresos de hasta 4.600 millones de libras (5.200 millones de euros) a la economía escocesa y miles de puestos de trabajo.

El Partido Laborista y el Partido Verde llamaron al Gobierno autónomo a convertir la moratoria en una prohibición completa del «fracking», mientras que el Partido Liberal Demócrata celebró la decisión del Ejecutivo.

En España no existen, en este momento, proyectos activos de extracción de hidrocarburos por fracking aunque se exploran las posibilidades de abrir licitaciones en zonas de Cantabria, Burgos, Palencia y Asturias.

En México existen más de 3 mil pozos que utilizan la técnica del fracking, pero no está regulada. Sin embargo, con las rondas petroleras se pretenden licitar bloques en 9 estados y en 360 municipios del país para extraer gas y petróleos no convencionales mediante el fracking, sobre todo en el Paleocanal de Chicontepec, una zona rica en agua y biodiversidad.