El ejército estadounidense apoya a las fuerzas kurdas a retomar el control de la represa más grande de Irak, actualmente en manos de los yihadistas
16 de agosto, 2014.-El ejército estadounidense confirmó que este sábado se llevaron a cabo nueve ataques aéreos cerca de la represa más grande de Irak, la de Mosul, no lejos de la ciudad de Erbil (norte), en un intento de ayudar a las fuerzas kurdas a retomar su control, actualmente en manos de los yihadistas.
El Centro de Control de Estados Unidos (CENTCOM) dijo que aviones de combate y drones destruyeron o dañaron cuatro vehículos blindados de transporte de tropas, siete vehículos armados, dos vehículos militares Humvee y un carro blindado.
Las fuerzas kurdas lanzaron una ofensiva para arrebatar a los yihadistas la represa más importante de Irak, en el norte del país, donde esos mismos extremistas han sido acusados de matar a decenas de aldeanos de la minoría yazidí.
Irak se encuentra sumido en el caos desde comienzos de junio, cuando los yihadistas del Estado Islámico lanzaron una ofensiva que nada parece poder detener por el momento.
Las grandes potencias han incrementado sus esfuerzos para cortar el financiamiento a esos extremistas, armar a los kurdos y ayudar a decenas de miles de personas desplazadas por la violencia.
En su primer intento de recobrar la represa de Mosul en manos del EI desde el 7 de agosto, los peshmergas (combatientes kurdos) lanzaron un ataque con el apoyo de la aviación estadounidense, declaró a la AFP un alto oficial kurdo.
El general Abdel Rahman Korini afirmó que los peshmergas habían logrado «tomar el control del lado este de la represa», gracias a esa ofensiva, dando muerte a varios yihadistas. «Seguimos avanzando y debemos anunciar buenas noticias en las próximas horas», añadió.
Según testigos, los ataques aéreos contra los yihadistas comenzaron el sábado temprano, y los combates continuaban en la tarde. La represa suministra agua y electricidad a la mayor parte de la región y es indispensable para la irrigación de amplias zonas de cultivos.
«Masacre» en Kocho
A más de 150 kilómetros al suroeste de Mosul, los combatientes del EI mataron el viernes a decenas de personas, en su mayoría miembros de la minoría kurdohablante no musulmana de los yazidíes, en el pueblo de Kocho (norte), según un testigo y fuentes oficiales.
«Cometieron una masacre», explicó a la AFP Hoshyar Zebari, alto funcionario iraquí, quien informó de la muerte de unas 80 personas. La mayoría de los muertos eran de la minoría yazidí, que no había huido de sus casas ante el avance de los yihadistas, apuntó.
Harim Kamal Agha, un responsable kurdo, dio un balance de 81 muertos y añadió que los combatientes se llevaron a varias mujeres a cárceles bajo su control.
Mohsen Tawal, un combatiente yazidí, dijo a la AFP por teléfono que vio una gran cantidad de cadáveres en el pueblo. «Había cadáveres por todos lados. Sólo logramos sacar a dos personas vivas. A todas las demás las mataron», añadió.
La ciudad de Kocho se encuentra próxima a la de Sinjar, que los yihadistas tomaron el 3 de agosto y obligaron a miles de civiles a refugiarse en las montañas próximas.
Al temer un eventual masacre contra la minoría yazidí y cristiana, Estados Unidos lanzó el 8 de agosto una campaña de bombardeos, que lograron romper el cerco del EI al monte Sinjar, donde se refugiaban miles de personas.
Washington anunció que un avión sin piloto destruyó en las últimas horas dos vehículos del EI en el sur de la ciudad de Sinjar, después de informaciones sobre un ataque yihadista en la zona.
En Bagdad, tres técnicos, que reparaban un puente estratégico al norte de Bagdad, murieron por la explosión de una bomba situada en una carretera, al paso del autobús que los transportaba, informaron fuentes médicas y militares.
Las fuerzas kurdas tratan de frenar la progresión yihadista hacia la región autónoma del Kurdistán y ante sus dificultades la comunidad internacional ha empezado a movilizarse.
La Unión Europea y Estados Unidos aprobaron el envío de armas a los combatientes kurdos, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU acordó una serie de medidas para impedir el reclutamiento y la financiación de los yihadistas en Irak, y también en la vecina Siria