Entre los dulces que tienen concentraciones de plomo por encima del límite están: Rockaleta Diablo, Tiramindo, Ricaleta Chamoy, Tutsi Pop e Indy Marimbas.
Regeneración, 11 de agosto de 2017.- Un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), reveló que algunos de los dulces más vendidos en México poseen altas concentraciones de plomo, situación que afecta la salud y el neurodesarrollo de los niños.
Veinte caramelos contienen niveles de plomo superiores a los permitidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, de a 0.1 partes por millón (ppm), señaló el grupo de especialistas del INSP.
Marcela Tamayo y Ortiz, doctora en epidemiología ambiental y ocupacional adscrita al Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto y autora principal del estudio, dijo que, tras varios años de trabajo, los resultados fueron publicados en la revista Environmental Research.
“Estados Unidos tiene un sistema de monitoreo de niveles de plomo en sangre muy bueno, entonces, muchos estados de ese país comenzaron a detectar a niños con niveles de plomo alto, cuestionándose la procedencia del plomo: las investigaciones vieron que provenían de dulces hechos en México”, detalló.
El artículo «Lead in candy consumed and blood lead levels of children living in Mexico City» reveló que entre los dulces que tenían concentraciones de plomo por encima del límite están: Rockaleta Diablo (0.70 ppm), Tiramindo (0.37 ppm), Ricaleta Chamoy (0.19 ppm), Tutsi Pop (0.13 ppm) e Indy Marimbas (0.22 ppm).
La doctora explicó que los efectos del plomo en la salud no son visibles de manera inmediata, pero genera consecuencias graves y permanentes ya que afecta el neurodesarrollo de los niños.
Por otro lado, la OMS señala que una vez dentro del cuerpo, el plomo se distribuye hasta alcanzar el cerebro, el hígado, los riñones, depositándose también en huesos y dientes.
“El plomo se parece mucho al calcio, entonces el cuerpo humano expuesto a este metal tóxico muchas veces sustituye las funciones del calcio: puede depositarse en los huesos y vivir ahí por 20 o 30 años. En momentos de remodelación ósea, el plomo depositado en los huesos sale al torrente sanguíneo y circula por la sangre; en mujeres embarazadas, al cruzar la barrera placentaria y poner en riesgo el feto”, dijo la doctora.
Esta investigación formó parte del proyecto Exposiciones tempranas a tóxicos ambientales en la vida de México (ELEMENT, por sus siglas en inglés) que durante más de dos décadas ha seguido tres grupos de nacimientos en la Ciudad de México (1994-1997, 1997-2000 y 2001-2005), con el fin de conocer cómo las exposiciones ambientales y sustancias químicas afectan a mujeres embarazadas y a sus hijos.
“El equipo de trabajo del INSP pretende realizar proyectos que demuestren que hay niños que nacen con niveles de plomo en la sangre, y con ello poder establecer un programa de monitoreo. Es muy importante vigilar que la población no tenga niveles altos de plomo”, concluyó la especialista.
Con información de Agencia Conacyt