El nuevo etiquetado en alimentos se dividirá en tres etapas, para que los fabricantes puedan hacer sus productos más saludables.
Regeneración, 20 de septiembre del 2020.El 1 de octubre entró en vigor el nuevo etiquetado frontal a alimentos, el cual es un octágono negro con la advertencia sobre lo que contiene el producto.
Sin embargo, las industrias de alimentos procesados se han resistido a su implementación, a pesar de que este es el etiquetado “light”. Y es que, en los próximos 3 y 5 años el criterio será más exigente para estos productos.
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que se publicó el pasado 27 de marzo, se indica que el cambio de etiquetado de alimentos se hará en tres fases.
La primera fase es la actual que comenzó el 1 de agosto y que concluirá el 30 de septiembre del 2023. En esta primera fase el calculo para determinar si el producto tiene sellos se realiza con base a los nutrimientos críticos añadidos.
Y es que, se indica que si los productos tienen azucares añadidas se debe de evaluar azucares y calorías. Si se agregan grasas, se revisan grasas saturadas, grasas trans y calorías.
Y sí se agrega sodio a los alimentos procesado, solamente se tendrá que evaluar el sodio al producto.
La segunda fase del etiquetado inicia el 1 de octubre del 2023 y concluye el 30 de septiembre de 2025.
En esta etapa los lineamientos para establecer el exceso de nutrimiento críticos son más estrictos, pues los ajustes serán en casi todas las áreas en que se miden.
Por ejemplo, para que una bebida no tenga el sello de exceso de caloría, ésta tendrá que tener menos 8 kilocarías, cuando en la actualidad es de 10.
Y finalmente en la fase 3 que iniciara el 1 de octubre del 2025, la evaluación para determinar si un producto tiene el sello será considerando los nutrientes añadidos y no añadidos.
Es por eso que las industrias que no apuesten a la reformulación de sus productos para hacerlos más saludables, tendrán más sellos de advertencia que los actuales.