El fuego y el fósforo blanco de Israel han destruido 7.2 millones de m² de cultivos en el sur de Líbano. El 30% de la población sufre escasez.
Regeneración, 11 de noviembre de 2025.– El sur del Líbano arde por enésima vez. La temporada de incendios se agrava con los ataques. Los proyectiles israelíes empeoran la crisis.
Muchos de estos contienen fósforo blanco prohibido. El Gobierno del Líbano lo ha denunciado ante la ONU. Este químico causa quemaduras severas y grandes siniestros.
Un residente describe así la vida diaria. «Uno vive al límite, con bombardeos diarios», afirma.
Golpe a la Tierra
En consecuencia, el fuego ha destruido la agricultura libanesa. La crisis rural se agudiza desde hace más de un año. La ONU documenta la destrucción del campo.
Asimismo, se han quemado 7.2 millones de metros cuadrados. Esta superficie corresponde a tierras cultivadas básicas. Se ha perdido ganado por los bombardeos directos.
Organizaciones como Acción contra el Hambre alertan sobre el desastre. La violencia dificulta el acceso a las cosechas.
Desplazamiento e Inseguridad Alimentaria
Los agricultores están desplazados de sus cosechas vitales. Por lo tanto, la seguridad alimentaria de la nación colapsa. El 30% de la población sufre escasez grave de alimentos.
La FAO reporta esta cifra crítica al inicio de 2025. Además, la situación no es nueva ni es estable para nadie. Las infraestructuras de riego están destruidas.













