Los alimentos en puré se sirven para pacientes que tienen dificultades para tragar
Regeneración 9 febrero 2021. La gastronomía digital da un gran paso al producir alimentos en impresoras 3D con verduras frescas y congeladas pero conservando sus propiedades nutritivas y sabor.
Las tintas para alimentos generalmente se hacen a partir de alimentos en puré, después se imprimen en 3D por extrusión y se embalsan capa por capa.
Los alimentos en puré se sirven para pacientes que tienen dificultades para tragar. Ante estos casos, personal de la salud utiliza moldes de silicona para dar forma a los alimentos.
Sin embargo, esto requiere tiempo, trabajo y in proceso de almacenamiento.
La impresión de alimentos 3D tiene ventajas y desventajas, se pueden producir en forma y textura deseadas en un tiempo corto.
Pero los alimentos deshidratados y los polvos liofilizados que se usan como tintas para alimentos generalmente contienen un alto porcentaje de aditivos alimentarios, como hidrocoloides (HC) para estabilizar la tinta y permitir un proceso de impresión más suave.
Este tipo de procedimiento puede cambiar el sabor, textura y aroma de los alimentos impresos por lo que son poco apetecibles.
Ante esta situación el equipo de investigación de la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur (NTU Singapur), la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur (SUTD) y el Hospital Khoo Teck Puat (KTPH) exploró algunas combinaciones para «estabilizar» las tintas de estos alimentos.
Con este procedimiento se preserva la nutrición de los alimentos y los hace más sabrosos.
Este método favorece el consumo de alimentos de pacientes lo que contribuye en su salud física y estado mental.
Impresión de verduras
El chícharo, la zanahoria y el bok choy se eligieron como representantes en cada categoría, sin necesidad de HC, un tipo de HC y dos tipos de HC, respectivamente.
De acuerdo con el investigador Yi Zhang esta «tecnología ayuda a proporcionar a los pacientes disfágicos dietas adecuadas, ricas en nutrientes y seguras. Su alimentación es más digna, lo que les permite socializar y consumir comidas que se ven, se sienten y saben como comida normal».
Este método puede usarse en hospitales, hogares de ancianos, guarderías para la población que envejece con disfagia y otros trastornos de la deglución.
Esta investigación es un paso más en la gastronomía digital lo que podría generar beneficios en la personalización de la nutrición.