Los familiares recibirán 40 mil pesos de apoyo para subsistencia, 10 mil 897 pesos para gastos funerarios, 8 mil 502 pesos para transporte, alimentación y alojamiento
Regeneración, 30 de septiembre de 2021. Los familiares de las 16 personas fallecidas en el Hospital General de Zona No. 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) debido a las inundaciones en la ciudad de Tula recibirán una indemnización de 50 mil 897 pesos, así como atención psicológica.
El acuerdo se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y señala que la cantidad se encuentra dividida en 40,000 pesos bajo el concepto de apoyo para subsistencia, 10,897 pesos por ayuda para gastos funerarios, 4,251 pesos para transporte, y 4,251 para alimentación y alojamiento.
#29DeSeptiembre2021 Se determinan medidas emergentes de apoyo que se otorgarán a los beneficiarios de las 16 personas fallecidas la noche del día 6 y la madrugada del día 7 de septiembre de 2021, en el Hospital General de Zona[…].@Tu_IMSS
👉 https://t.co/6Ko8AQXHFh— Diario Oficial DOF (@DOF_SEGOB) September 29, 2021
Además del apoyo económico recibirán atención psicológica
También establece que se considera beneficiarios a los cónyuges o concubinos de las personas fallecidas o a sus hijos, quienes además de la suma recibirán atención médica, psicológica y psiquiátrica.
Estas medidas fueron autorizadas mediante el acuerdo ACDO.AS1.HCT.160921/230.C.DPES en sesión extraordinaria del Consejo Técnico del Instituto, que se celebró el 16 de septiembre de 2021.
Fallecieron por la inundación del hospital
Y es que 17 personas que se encontraban en el Hospital General de Zona número 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tula, Hidalgo, fallecieron el 6 de agosto tras la inundación del hospital y desbordamiento del río cercano.
Dos pacientes antes de la inundación, 14 en la fatal noche del lunes y la mañana del martes y uno más, de 84 años, que por la tarde fue llevado en helicóptero a otro hospital.
Se quedaron sin luz para los aparatos del hospital
Héctor Arias, uno de los médicos de guardia que atendía a los enfermos la noche que ocurrió la tragedia, narró la devastadora experiencia que vivieron tratando de salvar a los pacientes, sin luz, sin oxígeno debido a que los aparatos estaban en el primer piso y su planta de emergencia les duró apenas algunas horas.
La noche del lunes cuando cayó la tormenta y se desbordó el río Tula la luz se fue, así como la conexión de las vías de comunicación, al amanecer del martes el oxígeno se había acabado por lo que comenzaron a hacer llamados para solicitar auxilio y el envío urgente del vital suministro, pero “la ayuda llegó tarde”.