La tensión entre israelíes y palestinos creció a niveles peligrosos la madrugada de este viernes con el atentado incendiario contra la tumba de José, un santuario judío situado en Nablús, ciudad de Cisjordania bajo control de la Autoridad Palestina
Jerusalén. Decenas de palestinos incendiaron el viernes un lugar santo judío en Cisjordania, mientras el grupo islamita Hamas convocaba un día de la ira contra Israel tras dos semanas de disturbios en la región.
El presidente palestino Mahmoud Abbas condenó hoy el incendio de la tumba de José en Naplusa, lugar venerado por los judíos en Cisjordania ocupada, calificándolo de acto «irresponsable», según la agencia oficial Wafa.
El Ejército israelí dijo que unas 100 personas irrumpieron en la tumba del patriarca bíblico José, ubicada en la ciudad palestina de Naplusa. Fueron contenidos por fuerzas de seguridad palestinas que llegaron al lugar, pero no antes de incendiar algunas partes.
«Consideramos este incidente con gravedad y condenamos con firmeza cualquier ataque contra lugares santos. Encontraremos y arrestaremos a aquellos que lo incendiaron», dijo el Ejército en un comunicado.
Los disturbios que han afectado Jerusalén y la ocupada Cisjordania, los más serios en años, han cobrado las vidas de 32 palestinos y siete israelíes.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión especial para abordar la situación. No se planea ninguna resolución para el viernes, pero podría haber un intento para que el consejo emita un comunicado instando a ambas partes a detener la violencia.
Hamás, que controla la Franja de Gaza, convocó para el viernes «manifestaciones de la ira y confrontaciones» en todas las ciudades cisjordanas.
Palestinos saquearon y luego incendiaron la tumba del patriarca José, santuario sagrado de los judíos
La tensión entre israelíes y palestinos alcanzó en la madrugada de este viernes cotas de alto riesgo con el atentado incendiario contra la tumba de José, un santuario judío situado en Nablús, ciudad de Cisjordania bajo control de la Autoridad Palestina.
Cientos de jóvenes atacaron con cócteles molotov el recinto, donde según la tradición hebrea reposan los restos del patriarca bíblico. Las fuerzas de seguridad palestinas dispararon al aire para expulsar a los agresores antes de que los bomberos de Nablús apagaran las llamas, que afectaron sobre todo al lugar reservado para la oración de las mujeres.
La Autoridad Palestina condenó el ataque, que se produce al inicio de un nuevo Día de la Ira convocada por los grupos políticos palestinos en plena ola de violencia, que ha causado 33 muertos palestinos y siete israelíes durante el mes de octubre.
Este viernes, un palestino ha muerto y otros 12 han resultado heridos por disparos israelíes en enfrentamientos con el Ejército en el norte de la franja de Gaza, han informado fuentes médicas palestinas. El joven ha muerto de un disparo en la cabeza y el resto de víctimas también han sido heridas de bala, ha confirmado a Efe el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf Al Qedra, quien ha señalado que el enfrentamiento se ha producido cerca del puesto de control fronterizo con Israel de Erez.
Decenas de jóvenes se acercaron a la valla de separación en distintos puntos en el norte, sur y este de la Franja y lanzaron piedras a los soldados, que respondieron con munición real, balas recauchutadas y gases lacrimógenos. Los incidentes comenzaron tras la difusión por televisión de un mensaje de Ismail Haniye, jefe de facto del Gobierno en Gaza y segundo en la jerarquía del movimiento islamista Hamás, que afirmó que la nueva Intifada palestina «está empezando y debe continuar».
La anterior jornada de protestas, el pasado martes, se saldó con tres israelíes muertos y una veintena de heridos en cuatro atentados en Jerusalén y cerca de Tel Aviv.
Un portavoz de las Fuerzas Armadas de Israel afirmó que los autores del incendio del santuario de peregrinación judío serán localizados y arrestados por violar la libertad de culto. El ministro de Agricultura, Uri Ariel, miembro del partido ultranacionalista Hogar Judío, responsabilizó a los dirigentes palestinos de haber instigado los ataques. “Los palestinos mienten sobre la situación en el Monte del Templo [nombre dado por los judíos a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén] mientras queman lugares santos de Israel. No olvidaremos”, dijo Ariel, cuyo partido representa a los colonos en Jerusalén Este y Cisjordania, al diario Haaretz.
La tumba de José, situada en el monte Gerizim de Nablús, dejó de ser un enclave judío en Cisjordania desde la segunda Intifada (2000-2005), cuando Israel retiró sus fuerzas de santuario ante las dificultades para defenderlo. Desde entonces se han producido varios incidentes graves, como la muerte de cuatro israelíes tiroteados por la policía palestina cuando acudieron a rezar en 2011 fuera de las fechas pactadas por el Ejército israelí y las autoridades palestinas.
El atentado contra el santuario del patriarca bíblico, célebre en la tradición judeo-cristiana por haber interpretado los sueños del faraón y predecir las plagas de Egipto, echa más leña al fuego en la peor escalada de ataques conocida en una década en Tierra Santa, donde los símbolos son profundamente reverenciados por las tres religiones del libro, y a menudo representan la chispa que puede prender una espiral de violencia descontrolada, como la visita del líder israelí Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas, que hace ahora 15 años desencadenó la segunda Intifada.
(Con información de Agencias y El País)