Se trata de una enfermedad llamada urticaria acuagénica que le provoca malestares al momento de estar en contacto con el agua
Regeneración 29 mayo 2021. Una joven de 22 años, residente de California, Estados Unidos sufre una extraña condición que la vuelve alérgica al agua.
Para Tessa Hansen Smith bañarse o tomar agua es todo un desafío debido a la urticaria acuagénica.
Cuando tenía ocho años, Tessa comenzó a sufrir los primeros síntomas de la enfermedad pues tomar largas duchas o nadar le provocaba un fuerte salpullido.
Los médicos le recomendaron dejar de usar ciertos jabones y shampoos pero el problema no disminuía.
Tiempo después, los expertos descubrieron que padecía urticaria acuagénica.
“Es una condición realmente difícil de tener, ya que incluso soy alérgica a mis propias lágrimas, saliva y sudor. Soy muy propensa al agotamiento por calor y tengo que evitar la actividad física”, aseguró Tessa para el medio inglés ‘Mirror’.
Incluso contó que tienen que transportarla a su campus, de lo contrario llega a su clase con fiebre, migraña y erupciones, lo que hace que sea muy difícil concentrarse.
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Además solo puede ducharse dos veces al mes. Tomar agua le provoca cortes en la lengua y por lo regular sufre fatiga muscular y nauseas.
En un principio comenzó a tomar varias pastillas para aliviar las erupciones ocasionadas por la alergia; sin embargo, la urticaria va empeorando con la edad y las medicinas dejan de surtir efecto.
“Tener urticaria acuagénica puede ser un juego mental a veces. Es difícil tomar tantas tabletas todos los días sabiendo que en realidad nunca se detendrá”, señaló la joven.
Tessa tiene una cuenta de Instagram donde comparte con sus mas de 85 mil seguidores varios aspectos de su vida.
Para muchos dicha condición suele ser difícil de comprender pues el cuerpo humano esta formado por 70% agua.
La joven explicó que la diferencia radica en que se trata de una alergia y no un trastorno autoinmune.
Si padeciera un trastorno autoinmune, “mi cuerpo atacaría el agua en mis propias células y probablemente yo no estaría aquí”.
En cambio, su alergia “solo ve el agua extraña que ingresa a mi cuerpo como una amenaza para mi sistema inmunológico”, explicó la joven.
Cabe destacar que su enfermedad no tiene cura pero Tessa se mantiene positiva y se esfuerza para que su alergia no controle su vida.