Kazajistán, recientemente, vivió manifestaciones y disturbios que desestabilizan (geo)estratégicamente a Asia Central, sobre todo, a China y Rusia. ¿Por qué están sucediendo protestas? ¿Son espontáneas o provocadas? Averigüémoslo.
Por José Manuel Fuentes
RegeneraciónMx, 13 de enero de 2022. – Iniciando el año 2022, en Kazajistán, un país poco conocido, surgieron manifestaciones contra el aumento en los precios del gas licuado de petróleo (LPG, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la situación escaló hasta llegar a disturbios graves que ni el presidente kazajo hubiera imaginado que pasarían.
Incluso, el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokaev, aseguró que hubo un intento de Golpe de Estado por parte de combatientes armados. Durante este conflicto implicó la participación de 20 mil elementos armados, entre extranjeros y kazajos. Ante los acontecimientos en este país, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), cuyos integrantes incluyen a Rusia, mandó elementos para apoyar a Kazajistán; sin embargo, a Estados Unidos y sus aliados europeos no les cayó para nada bien la noticia.
Ahora bien, para ampliar el análisis nos debemos preguntar: ¿Kazajistán es importante para Estados Unidos o China? En primer lugar, vale la pena mencionar que, Kazajistán (cuatro veces el tamaño de Texas) pose, según el libro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), en reservas de petróleo crudo 30 mil millones de bbl y de reservas probadas de gas natural posee 2,407 billones de metros cúbicos, lo cual lo coloca el décimo cuarto lugar de las mayores reservas a nivel mundial.
El geopolítico y geoestratega ruso, Alejandro Dugin, señaló que en Kazajistán está viviendo una revolución de colores y, asimismo, aseguró que detrás de las manifestaciones están “Estados Unidos y Biden, que están tratando de abrir otro frente contra Rusia en Eurasia«.
Por otro lado, China avisó que existen intentos por una “revolución de color” en Kazajistán, pero ¿qué es una revolución de color? Según RT (Russia Today), la revolución de color se les llama a las movilizaciones políticas llevadas a cabo, según sus teóricos, contra líderes “autoritarios”. Además, su nombre está relacionado con el uso simbólico de colores.
Ya son varios los especialistas geopolíticos que aseguran que Kazajistán se desarrolla un escenario muy típico de la revolución de color en donde se pide la renuncia del presidente, por lo tanto, cuyo objetivo es desestabilizar a sus vecinos, sobre todo a Rusia.
Y un factor más: llama la atención el papel que jugaron las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) en Kazajistán, ya que ante las manifestaciones comenzaron a pedir una serie de demandas políticas y sociales para incrementar la demanda social. Ya sabemos el papel que juegan algunas ONGs para ayudar a la desestabilización de un país.
A mi modo de ver, Kazajistán es una “línea roja” común de Rusia y China frente a Estados Unidos, ya que es un país (geo)estratégico y vital para la Nueva Ruta de la Seda, la cual conecta a China con Asia Central. Por otro lado, pasan tres gasoductos principales por Kazajistán y los países de Asia Central, por ejemplo, el gasoducto de Turkmenistán (quinta potencia en reserva de gas natural a nivel mundial) y China.
Ahora bien, no podemos perder de vista que en Asia Central es un semillero del yihadismo, ya que la guerra contra el Estado Islámico en Siria y en otros países de Oriente Medio provocó que se esparciera a otros países de Asia Central y África. Por lo tanto, no podemos soslayar que el yihadismo posee 600 militantes que nacieron en Kazajistán. El factor religioso juega mucho en Kazajistán ya que la religión que domina en el país es el islam, con el 72 por ciento de la población, y el cristianismo, con 23 por ciento.
No es ningún secreto cuál es el beneficio geoestratégico, para Estados Unidos, de tener a los yihadistas en países con pletóricas reservas de gas y petróleo. Veamos el caso Libia. Una pregunta: ¿Kazajistán será otro semillero de estos grupos como en Libia?
Por último, quiero enfatizar, querido lector, que las manifestaciones en Kazajistán se dan en una coyuntura geopolítica llamativa ante las tensiones entre Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN; NATO, por sus siglas en inglés) y Rusia por Ucrania, y de igual forma, los integrantes de dicha organización pretenden derrocar al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, para provocar a Vladimir Putin.
Vemos que Occidente intenta desestabilizar a sus rivales asiáticos, sobre todo a Rusia con Bielorrusia, Ucrania, Georgia y ahora reviven a Kazajistán. Una pregunta: ¿y dónde queda Turquía en todo esto?
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