La crónica francesa, que no logró a hacerse con un Globo de Oro, durante 2022, repunte tres historias que ficcional el Mayo francés, la vida de un artista loco y convicto, y el secuestro del hijo de un agente de policía en torno a la muerte de el editor de The French Dispacth, que reivindica el papel de The New Yorker como escaparate del llamado Nuevo Periodismo
Por Martha Rojas
RegeneraciónmX.– Recientemente se estrenó en cines mexicanos La crónica francesa de Wes Anderson, una historia divertida, con grandes actuaciones y llena de poesía por el periodismo, que perfilaban la cinta de director estadounidense como uno de los favoritas en la gala de los Globos de Oro 2022.
Aunque el resultado final de la gala no jugó en favor del elenco de Anderson, La crónica francesa, podría ser una de las nominadas a los Premios de la Academia.
La cinta, cuyo estreno se produjo en el Festival de Cannes de 2021, hila tres historias ficticias, inspiradas en historias de reporteros de The New Yorker, en torno a la muerte del editor Arthur Howitzer Jr, quien muere repentinamente de un ataque al corazón. A manera de homenaje el equipo de la redacción piensa en último número de la revista, que en realidad se trata de un periódico estadounidense asentado en el París ficticio del XIX, que incluirá algunos los mejores artículos de textos anteriores.
Esos artículos, de pronto, se convierten en historia o cuentos muy parecidos a la realidad inspirados en el absurdo mundo del arte, las revueltas estudiantiles del Mayo del 68 y el secuestro.
La totalidad de las historias constituyen una carta de amor al periodismo, escrita y dirigida por Wes Anderson, quien siendo fiel a su estilo, nos regala un cinta en la que mezcla un gran reparto con animaciones dinámicas, que llenan de fantasía y belleza la pantalla.
La película, cuenta con la actuación de Adrien Brody, quien interpreta a un burgués apresada por evadir impuestos; en la cárcel conoce a un pintor llamado «Monsieur Moses» (Benicio del Toro), loco y violento, cuyo talento los deslumbra y decide comprarlo para montar una gran exposición con una obra principal que sea capaz de trascender la esencia del arte de la época.
En el diverso repertorio también participan las celebradas actrices Frances McDomard, en la piel de una reportera fiel a sus convicciones que sin quererlo desarrolla un fugaz romance con un líder estudiantil y lo ayuda a hacer su manifiesto; Tilda Swinton, quien es parte de la redacción del The French Dispacth y Bill Murray como el editor de la publicación.
Se trata de una película al mero estilo de Anderson, quien combina el estilo de El gran hotel Budapest, Isla de perros y Fantastic Mr. Fox en una sola producción, que si bien, por momentos resulta plana es en sí misma un pedazo de poesía.
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