Según la investigación de la Facultad de Química, el componente RU486 o mifepristona podría ayudar en el tratamiento del padecimiento.
Regeneración, 19 de agosto de 2016.- En un trabajo de la Unidad de Investigación en Reproducción Humana, Instituto Nacional de Perinatología y la Facultad de Química de la UNAM, dirigido por Ignacio Camacho Arroyo, publicado en la revista internacional Steroids demostró que, al bloquear los efectos de la progesterona, el RU486 (fármaco utilizado para la anticoncepción), disminuye el crecimiento y la invasión de los tumores cerebrales.
Los investigadores partieron de la premisa de que la progesterona, hormona sexual de las mujeres, inducí la migración e invasión de células cancerosas, pero no se sabía el papel que tenía en la migración e invasión en los glioblastomas (como también se conoce a los tumores cerebrales más invasivos).
“Los tumores cerebrales son terribles porque alteran, de manera sustancial, la vida de cualquier persona. Hay de diferentes tipos. En nuestro laboratorio estudiamos los glioblastomas, los más frecuentes y agresivos. Hasta hoy no hay una alternativa terapéutica para tratarlos con éxito”, dijo el investigador.
Los glioblastomas, son tumores de cuarta categoría, para tratarlos se recurre a la neurocirugía, radio y quimioterapia; pero aún con todo ello, la esperanza de vida es 15 meses en promedio. Ya que cuando se practica una neurocirugía, casi siempre las c{elulas cancerosas ya han invadido el tejido circundante.
La investigación fue detonada porque de cada tres casos de glioblastomas, dos son mujeres.
“Esto nos llamó la atención porque nosotros trabajamos con hormonas sexuales, y cuando hallamos una diferencia en una enfermedad como ésta en hombres y mujeres, pensamos que puede deberse a una causa biológica”, comentó Camacho Arroyo.
Desde hace 15 años, el investigador universitario y sus colaboradores estudian los posibles efectos de las hormonas sexuales en el desarrollo de los glioblastomas.
La investigación, llamada Progesterone promotes cell migration, invasion and cofilin activation in human astrocytoma cells, que apareció en enero de 2016 en Steroids.
En él, los investigadores de la UNAM demostraron que la progesterona incrementaba la migración e invasión de las células cancerosas de los glioblastomas y que al aplicar un bloqueador de las acciones de la progesterona, el RU486, se reducía ese efecto.
En experimentos in vitro con células de glioblastomas humanos observaron que la migración e invasión de aquéllas disminuía con la administración del RU486. A continuación inyectaron esas células en la corteza cerebral de una rata y durante cierto tiempo les aplicaron progesterona.
“Una vez que les aplicamos esta hormona, vimos que el tumor crecía y las células cancerosas invadían otra parte del cerebro. Después, al aplicarles el RU486 se bloqueó en buena medida el efecto de la progesterona”, apuntó el investigador de la Universidad Nacional.
Ya en 2014, en Estados Unidos, la revista Anticancer Research, publicó un estudio de caso en el que se utilizó el RU486 para un paciente de 43 años con glioblastoma, quien logró vivir más que esperanza de vida y tuvo una mejor calidad de vida.
“No estoy diciendo que los vamos a curar ni que ya hay un fármaco contra ellos, sino que el RU486 puede servir como coadyuvante, junto con otros medicamentos. Ya hemos tenido algunos contactos con investigadores del Centro Médico Nacional Siglo XXI y del Instituto Nacional de Cancerología para tratar de implementar esta estrategia”, concluyó el investigador.
Vía El Universal