“Para una relación ese muro no existe, para el amor no hay fronteras”, dijo la novia Evelia Reyes.
Regeneración, 19 de noviembre de 2017.- Una mexicana y un estadounidense se casaron este sábado justo en la valla que separa a México de Estados Unidos, en la zona de Tijuana.
“Para una relación ese muro no existe, para el amor no hay fronteras”, dijo la novia Evelia Reyes.
“Es un mensaje para todas las personas que no hay ningún muro que pueda detener el amor, ni nada. Hay cosas más importantes que un muro”, recalcó.
Hasta el sitio, la novia llegó con el tradicional vestido blanco y acompañada de sus tres hijos, producto de su anterior matrimonio.
La Puerta de la Esperanza, localizada en el parque de la amistad que divide a ambos países, fue abierta por la patrulla fronteriza estadounidense para que un juez mexicano pudiera celebrar la boda.
Evelia es originaria de Guerrero y su ahora esposo, Bryan Houston, es de San Diego. La pareja se conoció en Tijuana tres años atrás, pero Evelia no puede vivir con él en EU porque no tiene papeles.
La pareja estuvo acompañada por un abogado de migración. Ahora, esperan que ya casados, la mujer pueda obtener la residencia para vivir en Estados Unidos.
«Estoy sin palabras, hacía mucho tiempo que no podía besarla ni abrazarla, es como un sueño, algo que no puedo creer», dijo Houston luego de contraer matrimonio.
“Apenas pueden estar juntas las familias unos cinco minutos, es lo más triste que uno puede ver”, dijo la ahora esposa de Bryan.
Evelia se dijo feliz de casarse «con el mejor hombre» que ha conocido y con quien se comprometió hace un año.
Gracias a la mediación de la organización binacional de defensa de los inmigrantes Ángeles de la Frontera, la puerta pudo ser abierta y otras 12 familias aprovecharon el momento para reencontrarse con los suyos.
Por su parte, Enrique Morones, director de la organización dijo que “hay alegría y también tristeza. muy difícil, pero todas las familias son muy respetuosas (del tiempo) y quieren que los demás tengan la misma oportunidad”, de abrazar y estar con los suyos, aunque sea por 3 minutos.
Con información de Agencias