El gobierno de Donald Trump busca someter aún más a México y terminar con lo que a su juicio ha sido un robo y un abuso por parte del país gobernado por Enrique Peña Nieto.
Regeneración, 18 de agosto de 2017.- Al arrancar la primera ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno de Estados Unidos aseguró que quiere “mejoras mayores” en el acuerdo pactado con México y Canadá, y no simples cambios cosméticos o de modernización.
El gobierno de Donald Trump busca someter aún más a México y terminar con lo que a su juicio ha sido un robo y un abuso por parte del país gobernado por Enrique Peña Nieto, quien llega prácticamente de rodillas a la negociación.
“Sentimos que el TLCAN ha sido un fracaso para muchos, muchos estadunidenses, y necesitamos mejoras mayores”, declaró Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca en el arranque de la renegociación.
En juego, están los recursos energéticos del país, los cuales si EU cambia las clausulas, estarán en bandeja de plata, disponibles para apropiarse de ellos.
Gracias a la Reforma Energética de Peña Nieto, esa entrega de recursos estará justificada.
En el análisis The North American Free Trade Agreement (NAFTA), el Servicio de Investigación del Congreso estadounidense considera que la industria automotriz, condiciones laborales, temas medioambientales, avances tecnológicos, derechos de propiedad intelectual, competencia desleal de las empresas, inversiones extranjeras y solución de conflictos, son los temas más importantes para la administración de Trump.
“Estados Unidos puede buscar un mayor acceso al sector petrolero mexicano o mejorar la cooperación bilateral en materia de producción y seguridad energética”, indica el análisis.
Desde el inicio de su gobierno, Trump arremetió contra la industria automotriz, les exigió que volvieran a EU y regresaran los trabajos a los americanos.
El republicano impulsó la salida de algunas empresas de México, amenazando con cobrarles impuestos excesivos si continuaban su actividad aquí.
Ahora, Trump quiere que su país, Canadá y México negocien “nuevas reglas de origen para abordar los desarrollos modernos en la fabricación de automóviles y piezas de automóviles o para fomentar más producción en la industria automotriz de América del Norte elevando las reglas de origen”, de acuerdo con el análisis NAFTA.
Además de Trump, los agricultores estadounidenses también están convencidos de mantener su comercio con México, sobre todo con los estados fronterizos, debido a que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) les ha permitido cuadruplicar sus exportaciones desde que comenzó el tratado con este país y, además, no pagan ningún tipo de arancel para los productos agrícolas que se exportan a México. Sólo se aplican restricciones fitosanitarias en algunos casos.
Algunos especialistas del sector agrario ven desventajas para México en la renegociación con Estados Unidos, porque éste busca dar preferencia a sus connacionales y ajustar o imponer trabas arancelarias a las importaciones.
Instituciones gubernamentales admiten que el TLCAN tiene ventajas y desventajas, pero no aceptan las exigencias de las organizaciones campesinas.
Cabe mencionar que ayer, en entrevista en Jaumave, Tamaulipas, López Obrador recordó lo que le comentó un banquero en Nueva York, cuyo nombre no mencionó, en el sentido de que “si Peña negocia, puede vender a México a Estados Unidos. Por ello nos conviene que se espere la negociación a que haya un presidente electo en México”.
Aunque Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, aseguró que luego de las primeras pláticas de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el acuerdo no se “está tambaleando”, aunque hay temas difíciles de procesar.
Dolores Padierna, coordinadora de los senadores del PRD y quien acompaña al equipo de renegociación, dijo que Estados Unidos planteó puntos que no convienen a México, como el contenido de las reglas de origen, es decir, EU quiere imponer disposiciones para restringir que los productos sean únicamente con materiales de los tres países.
“En este punto la industria mexicana está muy castigada, por lo tanto, prohibir a los textileros mexicanos esta fórmula sería ponerlos en elevación de costos, porque México importa insumos de otros países”, dijo.
Con información de Agencias