México y aspectos internacionales

Antes México tenía una política de ‘no intervención’, ahora, el gobierno ha ido hacia atrás interviniendo en favor de Estados Unidos, como en el caso Venezuela.

 

Por Antonio Gershenson| La Jornada.

Regeneración, 27 de mayo de 2018.- En dos de los tres debates entre los candidatos a la Presidencia, los organizadores no han incluido una de las causas que el gobierno federal ha presumido, pero que ha causado daño al país y a la gran mayoría de la población: la llamada reforma energética. Y digo “llamada” porque no lo es, sino que es contrarreforma, hacia atrás. Y ésta no ha sido puesta a discusión en los debates, pero podemos y debemos seguirla tratando públicamente.

Me voy a referir a un aspecto de la relación internacional. El gobierno actual ha ido más atrás que las administraciones anteriores en cuanto a la entrega al decaído imperio del norte, y se suma a sus intervenciones, en este caso contra Venezuela.

Había sido una tradición de la política mexicana internacional la “no intervención” en los asuntos internos de otras naciones, y el actual gobierno de la República se agrega a la cola del imperio del norte. Nada de respetar los derechos internos de cada uno de nuestros países hermanos de América Latina. Y eso que ese imperio está en plena decadencia, que existen naciones latinoamericanas que no le obedecen, que países europeos en ocasiones no lo siguen, y en Asia está más debilitado que nunca, cuando se han alejado de él varias naciones que antes lo seguían.

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Con su actitud agresiva, ha favorecido una alianza en su contra entre los países más poderosos de Eurasia, China y Rusia, y también varias asociaciones de muchas naciones asiáticas.

Esto debemos considerar nosotros también. Ante la actitud más agresiva y más dominante de Washington, debemos tomar en cuenta el acercamiento a otros países. En especial, se debe considerar en lo económico a China y a India.

Esta última tiene un desarrollo económico y en algunas ramas una alta tecnología. No es la única, pero una de ellas es la ferrocarrilera, que incluye ya más de 200 estaciones en los considerados “puertos secos” en las que pueden llegar trenes con diferentes anchos de vía. Tienen un papel importante internacional en tecnología de la Información. Y recordaremos que, en el año 2003, sus ingenieros fueron los que resolvieron el problema de un gran apagón en la zona fronteriza noreste de Estados Unidos y Canadá.

China tiene un alto desarrollo también, del que hemos hablado recientemente y las dos naciones no sólo pueden ser fuentes de lo necesario, sino mercados importadores de diversos productos mexicanos, sin imponernos condiciones como las que ahora y antes han venido de nuestro vecino del norte.

En cuanto a Rusia, le ha surtido a Venezuela productos de varios tipos, incluso armas defensivas, que le han sido útiles para impedir agresiones con las que se le había amenazado.

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Los países mencionados y otros pueden permitirnos diversificar nuestro comercio exterior y acelerar nuestro crecimiento económico.

China, con su enorme población, por ejemplo, importa incluso de Rusia, alimentos que también se producen en México. Y siendo exportaciones pueden llegar a compensar las importaciones que ya se llevan a cabo desde China, más las que se sumen.

En el plano nacional, cada día tenemos novedades. Por ejemplo, el candidato panista Ricardo Anaya dijo que “nadie cree que el PRI acabaría con la corrupción”. Pero él olvida que tampoco acabaron con ella los dos presidentes recientes de su PAN.

En cuanto a la tecnología, hay casos, como el petróleo, de muchos que por jubilación o despido han sido expulsados, por ejemplo, de Petróleos Mexicanos, y que pueden ser útiles a la nación.

Está planteada la construcción de nuevas refinerías. Éstas no sólo serían fuentes de trabajo importantes, sino de aplicación de tecnologías, de trabajo para muchos, y de menos importación de gasolina y otros productos.

Y la llamada “reforma energética”, ¡a la basura!