Por Ricardo Sevilla
RegeneraciónMx.- Mario Rodríguez Salazar ⎼quien decía ser sobrino de Reyes Rodríguez Mondragón⎼ se presentaba puntualmente en el restaurante Tierra Salvaje, ubicado en la plaza San Mateo, en la alcaldía Coyoacán, para recibir sobornos (presuntamente) ordenados por el magistrado que el día de ayer fue nombrado presidente del TEPJF.
El exasesor de mando superior, adscrito a la Ponencia de Reyes Rodríguez, y quien, de acuerdo con varios de sus compañeros del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aseguraba, jactancioso, ser sobrino del magistrado, llegó a recibir hasta 70 mil pesos en efectivo a nombre de su tío.
Los sobornos, presuntamente ordenados por el propio Reyes Rodríguez, quien trabajó en el equipo de Felipe Calderón y deseó la muerte del presidente López Obrador en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, fueron exigidos a varios empleados adscritos a la Dirección General de Planeación y Evaluación Institucional del TEPJF.
De acuerdo con el testimonio de Dante Licona Roldán, quien, de enero de 2017 a diciembre de 2018, trabajó como asesor de Reyes Rodríguez en el TEPJF, Rodríguez Salazar era el operador del actual magistrado presidente y, por ende, el encargado de exigirles dinero a varios compañeros suyos para sufragar algunos gastos de su tío.
Gran parte de esta siniestra trama de sobornos, moches y nepotismo está contenida (y detallada en 120 legajos de soporífera prosa burocrática) en varios documentos a los que RegeneraciónMx logró tener acceso. Uno de ellos es el Procedimiento de Investigación (con número de expediente DGlRAIPl-2512019), donde Dante Licona Roldán, de manera voluntaria, demanda una investigación por presuntos actos de cohecho perpetrados en nombre de Reyes Rodríguez.
En este largo expediente, el quejoso detalla que, por órdenes del recién estrenado presidente del TEPJF, Mario Rodríguez Salazar le pidió dinero que, en algunas ocasiones, se vio obligado a depositarle y, en otras ocasiones, le entregó en efectivo. Según narra Licona Roldán, el sobrino de Reyes Rodríguez solía acudir personalmente a recibir el dinero y, apenas recibirlo, lo guardaba en una maleta. Ulteriormente, detalla el demandante, los moches le eran entregados a su tío, el magistrado.
De acuerdo con estos documentos, Reyes Rodríguez promovió a varios allegados suyos para que ocuparan puestos de mayor jerarquía dentro del Tribunal. Pero los ascensos no fueron gratis. A cambio, el magistrado amigo de Héctor Aguilar Camín y asiduo colaborador de la revista Nexos (recordemos que fue el encargado de elaborar el “material jurisdiccional informativo” por el cual el TEPJF pagó más de 2 millones de pesos a Nexos Sociedad Ciencia y Literatura S.A de C.V), exigía su tajada.
Revisando los nombramientos escalafonarios de Mario Rodríguez, se puede constatar que, en efecto, este personaje tuvo una serie de ascensos dentro del TEPJF que, de una u otra forma, siempre terminaron llevándolo a la oficina de quien, según sus propios dichos, era su tío.
La compensación y los ascensos, claro, no tardaron en llegar. Apenas un año después, el encargado de recaudar moches en nombre del actual magistrado presidente ocupó una nueva plaza, pero siempre al lado de Reyes Rodríguez. “Ahora que el magistrado calderonista fue impuesto aquí, en el Tribunal, negará los señalamientos e incluso dirá que Mario no es de su familia. Es capaz de eso y más. Pero no debe extrañar. Mentir y negar es su especialidad. Justo como cuando escribió aquel tuit contra AMLO y, poco después, salió con la payasada de que habían jaqueado su cuenta. Lo peor de todo es que aquí (en el TEPJF) todos sabemos muy bien quién es Reyes y su amiga Otálora, ambos son operadores de Felipe Calderón”, nos asegura una fuente que trabaja en el Tribunal Electoral, justo en centro neurálgico donde se ha desarrollado esta historia.
De ahí que llame la atención que el último ascenso del (supuesto) sobrino de Reyes Rodríguez no esté firmado por el secretario administrativo, Jorge Enrique Mata (como corresponde en esos casos), sino por la mismísima Janine Otálora Malassis, quien en ese momento fungía como presidenta del TEPJF.
No hay que perder de vista que, un año después de haber firmado este documento, la propia Otálora tuvo que renunciar a su cargo, tras sumir al Tribunal en una crisis y recibir una serie de señalamientos que la acusaban de haber faltado al principio de imparcialidad al no anular la elección de gobernador de Puebla (en 2018), que pretendía arrebatar la victoria al entonces candidato Miguel Barbosa, pese a que hubo suficientes pruebas de violación a los paquetes electorales de aquella entidad.
Debido a las conductas que se le imputan a Reyes Rodríguez, la Dirección General de Investigación de Responsabilidades Administrativas del propio Tribunal Electoral decidió investigar al magistrado.
Pese a que la investigación continúa en curso, Janine Otálora, quien de acuerdo con fuentes del TEPJF, es la encargada de promover a Reyes Rodríguez, hizo caso omiso del expediente que acusa probable cohecho y, por segunda ocasión (en menos de un mes) convocó a una junta, esta vez privada, para imponer a su amigo en la presidencia de ese organismo.
Cabe subrayar que, apenas en agosto, Otálora convocó a una reunión urgente a sus colegas (Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Fuentes Barrera e Indalfer Infante) para remover a José Luis Vargas Valdez “por sus escándalos en detrimento del Estado democrático y su imparcialidad”.
“No necesitan escarbar mucho. Es clarísimo que Reyes Rodríguez, el protegido de Janine, incurrió en actos de cohecho. Y en dos vertientes: administrativa y penal. El siguiente paso, en caso de comprobarse la presunta comisión de este delito, sería, como lo establece el artículo 98 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, que Reyes Rodríguez enfrentara una denuncia ante el Ministerio Público Federal. No hay que perder de vista esta investigación, porque son capaces de desaparecer el expediente. Que se sepa cuál es el perfil del malandrín que los calderonistas han impuesto en el Tribunal”, concluye, la fuente de RegeneraciónMx.