El rostro del niño se ha vuelto el símbolo de la incertidumbre que se vive en Siria; fue rescatado junto a sus tres hermanos, de un edificio que se derrumbó poco después.
Regeneración, 18 de agosto 2016.- Omran Daqneesh tiene cinco años y en su corta vida, no ha experimentado otra cosa que no sea la guerra. Su rostro se ha convertido en símbolo de la incertidumbre que se vive en Siria.
Omran fue rescatado junto a sus tres hermanos (de uno, seis y once años), su mamá y su papá del edificio de departamentos donde vivían en el distrito rebelde de Qaterji, que quedó parcialmente destruido. Ninguno de ellos sufrió heridas graves pero el inmueble se derrumbó poco después.
Equipos de rescate y reporteros llegaron a Qaterji poco después del ataque y comenzaron a sacar a personas de entre los escombros. «Los pasábamos de un balcón a otro», dijo el fotoperiodista Mahmoud Raslan, autor de la icónica imagen. Antes de tomar en brazos al pequeño herido pasó junto a tres cuerpos sin vida.
«Pusimos a los más pequeños de inmediato juntos en la ambulancia, pero la niña de once años años esperó a que su madre fuese rescatada. Tenía un tobillo atrapado bajo los escombros», apuntó Raslan.
Tras ser atendido en el hospital «M10», el menor fue dado de alta.
Información de Aristegui Noticias y 20 minutos.