El niño aparentemente tenía antojo de pizza y considero buena idea abrir la aplicación para ordenarla junto con todo lo que se le antojó.
Regeneración Mx, 1 febrero 2023. El uso de las apps de entrega de comida tiene una nueva historia entre sus curiosidades ya que se dio a conocer el caso de Keith Stonehouse, un padre de familia que contó en Facebook la anécdota sobre como su hijo usó el celular de sus padres y pidió más de 1000 dólares en comida.
Dada lo hilarante de la historia, esta se viralizó rápidamente y de acuerdo con lo descrito por este resignado padre, le permitió a su hijo jugar un rato con su celular antes de irse a dormir.
Pero aparentemente el niño tenía antojo de pizza de pepperoni por lo que considero una buena idea abrir una aplicación llamada Grubhub para ordenarla junto con todo lo que se le antojó.
GrubHub es una plataforma estadounidense de pedido y entrega de alimentos preparados.
Pero para cuando el señor se dio cuenta de lo que había pasado ya era muy tarde para cancelar las órdenes, pues estas no paraban de llegar.
“Imagínense mi sorpresa cuando un repartidor tras otro aparecieron anoche dejando comida en mi puerta”, escribió en la publicación.
Para que la historia fuera creíble anexó las pruebas de lo que su hijo llamado Manson había hecho, puesto que además de los paquetes de comida también llegaban las notificaciones de cobro.
¿Qué hicieron con toda la comida que pidió el niño?
Según lo contado por Keith Stonehouse, la mayoría de la comida fue almacenada en los refrigeradores de la casa y en la panadería de la que su esposa es dueña.
Pero dado que era demasiada comida, decidieron compartirla con vecinos y familia, para evitar que esta se hechará a perder.
“Estamos hablando de cinco pedidos grandes de camarones, jumbo, ensaladas, shawarma y sándwiches de pollo con pan pita, papas fritas con chile y queso, helado, hojas de parra, arroz… y eso es solo parte de lo que entregó un conductor de Grubhub tras otro”, mencionó Keith Stonehouse
Su esposa, por otra parte, compartió los videos de la cámara de seguridad, pues en ellos se observaban a los repartidores ir y venir.
Como si fuera poco, el padre menciona que su hijo “todavía tuvo la audacia de preguntar si ya había llegado la pizza de peperoni, casi pierdo la cabeza».
Cabe mencionar que ya que a la pizzeria se le hizo extraña la cantidad de pizzas de pepperoni ordenadas envió una alerta por fraude y así evito pagar 439 dólares más.