Por José Manuel Fuentes
Regeneración.- El discurso —con una perspectiva geoestratégica— del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pronunciado en el 238 aniversario del natalicio de Simón Bolívar, resaltó la unión latinoamericana, sobre todo ofreció propuestas sólidas para su fortalecimiento. Por otro lado, fue un duro mensaje para el gobierno demócrata encabezado por el dúo Biden y Harris, pero también ¿para su lacayo Luis Almagro? ¡Claro!
Acto seguido, AMLO sentenció que la Organización de los Estados Americanos (OEA) debe ser sustituida por un organismo verdaderamente autónomo, y no lacayo de nadie. Y justo por eso no podemos olvidar, querido lector, que el secretario de la OEA, Luis Almagro, avaló la autoproclamación del presidente de facto de Venezuela, Juan Guaidó; además, alentó el golpe de Estado en Bolivia en contra de Evo Morales.
El gran discurso de AMLO recibió el respaldo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y por el presidente de Bolivia Luis Arce. En efecto, el liderazgo de AMLO está impactando, hay que decirlo, de una forma inimaginable. Hasta cierto punto, está encabezando la nueva marea rosa, ¿Es una exageración decirlo? ¡No! Por ello ofreceré, como siempre, un poco de contexto.
En América Latina (AL) se vivió, a partir de 2005, la marea rosa, también, conocida como la llegada de la ideología de la izquierda al poder en Argentina (Néstor Kirchner), Ecuador (Rafael Correa), Venezuela (Hugo Chávez), Bolivia (Evo Morales), Brasil (Lula da Silva). La izquierda estaba ofreciendo una alternativa al modelo neoliberal (bajo su cobijo, se agudizó la desigualdad social en la región). Sin embargo, la agenda de la izquierda fracasó, particularmente en Argentina, Ecuador, Chile, Brasil y Paraguay. Lo cual provocó el retorno de un neoliberalismo más agresivo.
Mientras estaba el gran esplendor de la marea rosa en el resto de los países latinoamericanos, en México le arrebataron —a través del fraude del 2006— el triunfo presidencial a la izquierda encabezada por AMLO. Curiosamente, el usurpador Felipe Calderón alejó a México de América Latina, y así, agudizando la dependencia política de EU. Desgraciadamente, México tuvo que vivir con el neoliberalismo, hasta que la izquierda llegó de forma pacífica en 2018.
Como muchos otros, creo que con la llegada de AMLO al poder en 2018, teniendo en contra a los neoliberales, la visión de México hacia a América Latina ha cambiado de formar radical, dejando atrás la pésima política regional de sus antecesores. Aunque México no llegó a la primera marea rosa, está encabezando la segunda etapa.
Aunado a ello, presidente AMLO está ofreciendo un modelo alternativo al neoliberalismo parasitario, a tal grado que está inspirando, de cierta manera, a Colombia y Brasil dominados aún por el neoliberalismo salvaje. Durante el gobierno de AMLO, México ha respaldado a Argentina y a Bolivia ante los deleznables ataques de la OEA, al mismo tiempo, extendiendo el apoyo a Cuba, ante el embargo por parte de Estados Unidos.
En esta segunda nueva marea rosa, estamos viendo que se están sumando Argentina con el retorno del kirchnerismo, Perú con Pedro Castillo, y Bolivia con Luis Arce. Pero no debemos confiarnos, porque aún quedan batallas por ganar. Por esta razón, me pregunto: ¿Chile volteará a la izquierda en sus próximas elecciones en noviembre de 2021? ¿En 2022, Colombia y Brasil formarán parte de esta segunda marea rosa?
Lo que es un hecho, por el momento, es que AMLO está construyendo los cimientos de la nueva marea rosa para hacerle frente al neoliberalismo estadounidense.
¡La patria grande está resurgiendo!
Sígueme en Twitter: @JoseyyyJose
Loret insiste en desconocer montaje pero le reiteran que si lo supo