Mientras que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, estaba en China, se celebró la cumbre entre sus homólogos de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladimir Putin, en donde declararon de manera conjunta su rechazo a la expansión de la OTAN. ¿Le habrá gustado a Estados Unidos?
Por José Manuel Fuentes
RegeneraciónMx, 07 de febrero de 2022. – El presidente argentino Alberto Fernández comenzó su gira por Rusia y China en una coyuntura geopolítica inquietante. Mientras que Alberto Fernández asistió a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín 2022, se dio la llamativa e interesante cumbre entre Vladimir Putin y su homólogo chino Xi Jinping.
Ya en China, el presidente Alberto Fernández confirmó que Argentina se sumaba a la iniciativa (geoestratégica) china de la Nueva Ruta de la Seda, cuyo proyecto fue anunciado con bombo y platillo en 2013 por el presidente Xi Jinping. En esta ocasión analizaré la incorporación de Argentina en la Nueva Ruta de la Seda. Para empezar mencionaré la coyuntura geopolítica y política, como siempre, para enriquecer el análisis.
En cuestión doméstica, Alberto Fernández tuvo una fractura, momentánea, con su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner –expresidenta de Argentina– ante las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Sin embargo, la estabilidad en el gobierno kirchnerista se recuperó en las elecciones legislativas (2021), aunque Juntos por el Cambio –la alianza opositora– ganó con el 41 por ciento.
Ahora el Gobierno de Alberto está con la mira puesta en las elecciones presidenciales de 2023, al igual que la oposición como Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta (los posibles candidatos presidenciales de la derecha).
Mientras que Alberto Fernández estaba en China, se celebró la cumbre (presencial), el 4 de febrero, entre el presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin, en donde declararon de manera conjunta su rechazo a la expansión de la OTAN. Es obvio que no le gusto para nada a Estados Unidos esta cumbre.
Dicho lo anterior, Alberto Fernández viajó a estos países ante las negociaciones de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) –con una deuda de 44.500 millones de dólares– y está optando por expandir sus alianzas económicas y financieras con Rusia y China con el riesgo de represarías por parte de Joe Biden. Sin duda, Rusia toma un rol importante ante las negociaciones entre el FMI y la Argentina, ya que puede ayudar con inversiones en energía y transporte para impulsar la economía.
Posteriormente, el presidente (argentino) Alberto Fernández realizó su visita a China, en donde asistió a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 ante el boicot occidental lidereado por Estados Unidos.
De manera sorprendente, Alberto Fernández comunicó, en su cuenta de Twitter, que la reunión con Xi Jinping fue “cordial, amistosa y fructífera” y, al mismo tiempo, acordaron la incorporación de Argentina a la Franja y la Ruta de la Seda (BRI, por sus siglas en inglés). Dos preguntas: ¿Qué es la Nueva Ruta de la Seda? ¿Por qué a China le interesa que Argentina de adhiera a la Nueva Ruta de la Seda?
En primer lugar, vale la pena recordar que, la Nueva Ruta de la Seda es un proyecto que busca construir una red de infraestructura y comunicaciones con la finalidad de crear una plataforma de cooperación económica con países de Asia, Europa, África y América Latina. Esta ruta será de forma terrestre y marítima. A mi modo de ver, es una conquista comercial por parte de China ante el colapso del imperio estadounidense.
Ahora respondiendo a la segunda interrogante, al dragón chino le conviene integrar a Argentina a la Nueva Ruta de la Seda, ya que es un país agricultor (de soja, maíz, trigo, girasol, cebada, limones etc.) y ganadero, al igual que sus pletóricas reservas de petróleo, gas natural y shale gas en Vaca Muerta y en la Patagonia son llamativas. Tampoco olvidemos que Argentina pertenece al Triángulo de Litio, el petróleo del futuro.
Según Global Times, un diario chino perteneciente al periódico Diario del Pueblo, aludió que el presidente Xi Jinping enfatizó que los dos países (Argentina y China) deben promover la construcción e implementar centrales hidroeléctricas y ferroviarias para fortalecer la Nueva Ruta de la Seda.
Las relaciones comerciales y financieras entre China y Argentina se fortalecieron cuando el Banco de Exportaciones-Importaciones de China le ha prestado dinero a Argentina –durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)–, ya que no tenía acceso al mercado financiero global y era asediada por los fondos buitre.
En fin, China acaba de ganar un aliado para su proyecto de la Nueva Ruta de la Seda y, de igual manera, le está arrebatando, de forma comercial y geoestratégica, Suramérica a los estadounidenses. Y yo me pregunto, querido lector: ¿Joe Biden qué hará para evitar que China expanda su megaproyecto comercial?
Una cosa es cierta: China ha logrado persuadir a varios países de América Latina, aunque queden pendientes Brasil y Colombia. Por cierto, los chinos tienen las esperanzas de que México se agregue a este proyecto, sobre todo por el proyecto del corredor transístmico de AMLO.
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