#Opinión: ¿Hay tiro? | Los opositores de AMLO y Morena

Los números hablaron: Morena ganó cuatro gubernaturas en las más recientes elecciones. Ya gobierna 20 estados del país, con lo que se ha convertido en el partido de más rápido crecimiento de la historia de México.

Morena ganó cuatro gubernaturas en las más recientes elecciones. Se ha convertido en el partido de más rápido crecimiento de la historia de México.

Por Miguel Martín Felipe

RegeneraciónMx, 13 de junio de 2022.- Más allá de las especulaciones, aspavientos y efímeros triunfos en redes sociales, los números hablaron en las elecciones pasadas. Morena ganó las gubernaturas de Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo; mientras que la coalición Va X México (nunca me cansaré de denunciar la intención chovinista que subyace en este nombre) pudo solo ganar Durango y Aguascalientes.

Tomando en cuenta que evidentemente 4 es el doble de 2, que Morena actualmente gobierna 20 estados, o bien, 22 si tomamos en cuenta que Morelos y San Luis Potosí son gobernados por PES y PVEM, respectivamente, partidos que forman parte de la coalición Juntos Hacemos Historia.

Morena es ya el partido de más rápido crecimiento en la historia de México. El dominio territorial y poblacional del partido hace que algunos opositores alerten sobre una dictadura o autocracia, pues convenientemente apelan a la pluralidad y la alternancia. Una de las principales diferencias con el dominio priista del Siglo XX, es que las elecciones son actualmente celebradas por un organismo ajeno (tal vez más que nunca) al gobierno federal. Asimismo, la participación ciudadana es cada vez más alta, pues cada vez se politizan sectores más amplios de la población, es decir; cada vez más gente se interesa por saber quién y cómo nos gobierna. Y para el caso de nuestro momento histórico particular, cada vez más personas se interesan las unas por las otras, pues votar por un proyecto colectivista implica un rechazo al individualismo.

Hay incluso quienes quieren voltear la situación acusando que el dominio de Morena es algo que se debe combatir desde un enfoque izquierdista, pues se trata de la hegemonía que caracterizó Antonio Gramsci. El autor italiano definió este concepto como el tipo de poder que construye una relación en la que un actor político es capaz de generar en torno a sí un consenso, en el que incluye también a otros grupos y actores subordinados. Sin embargo, y en un escenario inédito para la historia de México, los grupos de poder que siempre apoyaron al PRI y al PAN (que finalmente muestran sin tapujos que son lo mismo), siguen alineados con estos partidos. Esto incluye a gran parte de las empresas pertenecientes a la Coparmex, así como sindicatos que siguen afiliados al PRI, ya sea directamente, o bien, a través de organizaciones como la CNOP. Hay que acotar también que, en este sentido, el régimen neoliberal cavó su tumba, pues gran parte de sus bases estaba en los sindicatos, que fueron sistemáticamente desaparecidos como producto de las privatizaciones y de la aplicación de las políticas laborales mercantilistas en observancia del TLCAN.

Otro grupo de poder importante que sigue alineado con el antiguo régimen y que igualmente incumple con las condiciones para considerar el poder de AMLO y Morena como hegemónico, es el de los medios de comunicación. Televisa, TV Azteca, Multimedios, Milenio e Imagen, es decir; las empresas de medios que tienen mayor difusión a través del espectro radioeléctrico, medios escritos y ahora también redes sociales, un día sí y el otro también presentan información con una muy marcada línea editorial en contra del presidente y del movimiento que encabeza.

Y sin embargo, y pese a todo este escenario, incluso desoyendo el perenne mensaje de los medios tradicionales, cada vez más mexicanos abren los ojos a la política y desarrollan un criterio propio, con perspectiva histórica y con enfoque humanista, y resulta que siguen haciendo subir los números de Morena, al tiempo que rechazan y vituperan el esquema de comunicación de masas que tanto tiempo perduró en el país, pero que cada vez se queda más desfasado gracias a la irrupción de la comunicación multivía a través de redes sociales.

¿Qué si hay tiro? Me parece que es un buen hashtag, un buen eslogan para campaña propagandística. Lo vamos a escuchar en mesas de análisis televisivas, espacios radiofónicos que transpiran odio contra el presidente, o incluso artificiosos canales de YouTube como Latinus o Atypical Te Ve, pero el correlato con la realidad y lo apabullante de los datos que arrojan las elecciones, despoja de todo valor de verdad dicha aseveración. En otras palabras, al momento, y en vista de cómo se avizora el 2024, la oposición no tiene el capital político para competir contra Morena, sin importar quién sea el sucesor de AMLO.

Como pueblo seguiremos politizándonos cada vez más, y quienes tenemos el privilegio de relatar todo esto desde el periodismo, celebramos también que nuestro mensaje llegue cada vez a más gente. La sociedad mexicana se va transformando para bien.

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