Pagar impuesto: Resistencia cultural empresarial de viejo cuño

Puntualización desde «el embute» de la colonia española al Fobaproa, recorrido de las resistencias culturales de los grandes para que #PaguenLoqueDeben

Recorrido cultural: gobierno e impuestos empresariales
Recorrido cultural: gobierno e impuestos empresariales

Regeneración, 13 de abril del 2020. El autor desgrana diversas coordenadas literarias, históricas, políticas y económicas para entender – de alguna manera- la resistencia de los grandes en México a pagar sus impuestos.

Por Ramiro Padilla Atondo*

No soy economista pero trataré de explicar.

La resistencia cultural del empresario mexicano a pagar impuestos es de viejo cuño.

Desde la colonia incluso se impuso un vocablo para el término de negociar en lo oscurito, para pagar coimas por debajo de la mesa: El embute mexicano.

Con el término de la revolución mexicana y la negociación entre los innumerables generales para unirse en un solo partido y no resolver las elecciones a balazos ( puede leer los Relámpagos de agosto de Ibargüengoitia).

Los hijos de los generales ( los famosos cachorros de la revolución) fueron a educarse en universidades gringas ( famosas por su colonialismo cultural) y regresaron con una visión diferente.

Los amos de México

De a poco esa visión mercantil fue abriéndose paso en las altas esferas de gobierno hasta culminar con la llegada del más neoliberal de todos, Carlos Salinas.

Este sujeto remató las empresas del estado creando una casta de millonarios mexicanos que por primera vez entraron a la lista de forbes codeándose con lo más granado de las élites mundiales.

Capitalismo de cuates

(Si le interesa el tema ahí está el libro de los amos de México coordinado por Alejandro Páez Varela).

Entonces esta élite que no tuvo que competir con nadie para tener ingresos monstruosos (capitalismo de cuates) sintió que ahora sí el país les pertenecía por completo.

Sin tener que compartirlo con la clase política, que hacía negocios con el presupuesto a niveles nunca antes vistos.

Tal como desnudó una investigación entre los laboratorios que inventaron escasez de medicamento para niños con cáncer y que al parecer tiene ligas con Beltrones.

Entonces y gracias a una extraña ley que permitía que con una firma el presidente se condonaran impuestos, muchas de las grandes corporaciones mexicanas no solo operaban con márgenes de utilidad gigantescos.

Sino que encima de eso pagan salarios de miseria.

Ahora se ve con toda claridad que ese México escindido entre una gran minoría pobre y una élite de riqueza insultante emerge.

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La desconfianza del empresario en el pasado por el robo de la clase política a los impuestos pagados, ha mutado ahora que se enfrentan a la realidad de la democracia, los ciudadanos son sujetos de derechos pero también de obligaciones.

Y eso iguala el rasero. Todos deben pagar sus impuestos sin excepción.

Los empresarios no son más sujetos especiales.

Ya no pueden gritonearle al presidente porque este no llegó por otra vía más que la voluntad popular y una base sólida.

Así que en resumen, tiempos extraordinarios vivimos y por el bien de todos primero los pobres.

Mucho del capital de incontables empresarios viene de no pagar más que una cantidad simbólica.

Cerca del 2.2% mientras que cualquier hijo de vecina no llega a fin de mes y encima paga el 35 % de impuestos.

¿Sobre quién debería recaer la carga?

Porque digo, no les van a buscar en periodos pasados. Solo que se pongan al corriente. La fiesta terminó.

Solo queda el berrinche.


19 de septiembre del 2019. México en transformación: Si no ayuda al menos no estorbe

«Digo, muchos de los enojados con el nuevo Gobierno tienen riqueza acumulada para las próximas 10 generaciones». Reflexiones para malhumorados

México bandera
México reconstruye la democracia

Regeneración, 19 de septiembre del 2019. México vive un cambio profundo. De manera sencilla el autor reflexiona sobre algunas de las causas del malestar y alternativas para el mal humor de ese sector que se opone con uñas y dientes y golpes bajos al proceso democrático en México.

Apuntes para un país que ya no existe

Por  Ramiro Padilla Atondo

Quizá usted que defendió con tanto ímpetu el status quo no está viviendo su duelo de la manera adecuada. Piénselo. Una de las primeras etapas del duelo es la negación.

En los países con derecho a voto así sucede, unos ganan, otros pierden.

Hay causas complejas detrás de las decisiones a las que nos enfrentamos todos los días. Eso se ha repetido hasta la saciedad.

No se nace siendo intolerante o racista, eso se va construyendo con base en la experiencia personal y no el nivel de educación (hay imbéciles con doctorado).

Entonces, que el asunto social vaya por otro lado debería preocuparle un poco menos, claro si usted es solo un ciudadano de a pie sin intereses afectados.

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Si el sistema le está partiendo la madre entonces algo estaba haciendo mal y debería reflexionarlo.

Digo, muchos de los enojados con el nuevo Gobierno tienen riqueza acumulada para las próximas 10 generaciones.

Y se calcula que el 50% de las nuevas fortunas en México vienen solo de la política.

Entonces debería disfrutar eso ganado a la buena o a la mala lejos de un país que desprecia, de un país que para su desgracia ya no existe.

Lo que usted estaba acostumbrado a hacer ya no se podrá. Le toca estar del otro lado de la barrera.

Aprenda a vivir con ello, porque allí estará lo que le queda de vida. Y pase de la negación a la aceptación.

Así igualito que los divorcios. Su ahora ex mujer ya vive con otro que sí la satisface. Ya no va a regresar.

Lo más importante, deje de azuzar a los demás, de inventar noticias falsas, por unos instantes, y desde su torre de marfil, piense en los demás.

La frustración puede sentar un precedente peligroso en un país con números inadmisibles de violencia.

Porque luego sale gente estúpida a decir que quiere lanzar bombas.

El México que todavía existe es ese que de a poco iremos reconstruyendo.

El país generoso que se niega a morir, y que a ratos se asoma vibrante, con ganas de vivir en paz.

Ya para terminar,  hay millones que tenemos esperanza en que las cosas irán cambiando de a poco.

Pero se requiere una voluntad colectiva; y fíjese que la hay.

Así que si no va a ayudar, al menos no estorbe.

Un abrazo.


*Ramiro Padilla Atondo, @ramiroatondo Es un escritor mexicano nacido en Ensenada, Baja California.

Autor de los libros de cuentos A tres pasos de la línea, Cuentos de la zoociedad, Esperando la muerte y de las novelas Historia de una ficción breve y Días de agosto.

Algunos de sus ensayos publicados son: Lectura y contra lectura, México para extranjeros, La verdad fraccionada y Hojas sin ruta.