Con modificaciones en las reglas de operación y por mandato de Peña Nieto, los negociadores de los TLC blindaron los acuerdos.
Regeneración, 23 de abril de 2018.- Con dedicatoria a Andrés Manuel López Obrador, quien pinta para ser el próximo Presidente, Peña Nieto, Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo, realizaron una serie de modificaciones para evitar que México pueda salirse de los tratados comerciales más importantes.
Se trata del Tratado de Libro Comercio con la Unión Europea (TLC), el Tratado Transpacífico (TPP) con Asia y América; y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con Estados Unidos y Canadá.
Según la columna de Carlos Loret de Mola, Peña Nieto aprovechó la atención pública en el debate presidencial, para hacer una alianza con la cópula empresarial, con quienes confeccionó una «camisa de fuerza» para los acuerdos comerciales.
«El gobierno federal y la cúpula de empresarios del país confeccionaron una camisa de fuerza para el próximo presidente de México que le vuelve altamente costoso revertir cualquiera de las llamadas reformas estructurales. Blindaron las reformas, pues», escribió Loret de Mola.
«Con dedicatoria, obviamente, a Andrés Manuel López Obrador, pero a partir de ahí extensivo para cualquiera».
En el caso del TPP, el acuerdo ya está en el Senado para su ratificación. Mientras que con Europa, Peña Nieto anunció un «Acuerdo de Principio (el término diplomático para decir: ya nos pusimos de acuerdo, ya nomás falta redactarlo a detalle) para modernizar el TLC con la Unión Europea. Modernizar significa, destacadamente, incluirle las reformas estructurales», describe Loret.
Para el TLCAN, Videgaray y Guajardo viajaron a Washington, donde se llevará a cabo la última de las reuniones del acuerdo y se espera que para el 4 de mayo, ya se tenga la versión final o quizá, incluso esta semana.
«Con estos tres Tratados, el gobierno y los empresarios blindaron los contratos de la reforma energética para que o puedan ser echados abajo por una decisión presidencial. Tendrían caso que salirse el país de los Tratados para hacerlo con el subsecuente costo económico y político», indica Loret.
«Todo, con el objetivo de que queden negociados, firmados y ratificados por el Senado antes de que concluya la actual administración federal. Y la próxima tenga menos margen para moverse», concluyó.
Vía El Universal