Esta semana nos trajo buenas noticias en materia energética, ya que Pemex tomó el control de la refinería Deer Park en Texas. No obstante, Ricardo Anaya ha insistido que no sirven las refinerías porque estamos en una transición energética. Por ello, analizaré la importancia de tener refinerías en México.
RegeneraciónMx, 21 de enero de 2022. – Desde que llegó al poder el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha buscado la soberanía energética del país, la cual fue entregada por Enrique Peña Nieto (2012-2018) a través de la Reforma Energética.
Para cumplir esta meta, el presidente AMLO ha optado por construir una nueva refinería en Tabasco (refinería Olmeca) –con capacidad de procesar 340 mil barriles diarios– y rehabilitar las seis que ya existían y que fueron abandonas. Vale la pena recordar que, durante la era neoliberal, sobre todo en la era de Peña Nieto, se hizo un ajuste de 62 mil millones de pesos que la Secretaría de Hacienda –bajo la tutela de Luis Videgaray– realizó al presupuesto 2015, lo cual perjudicó a los principales proyectos de refinación. En otras palabras, le quitaron como 89.3 por ciento del presupuesto a Pemex Refinación. A mi consideración, un grave error, ya que es el área estratégica de México que fabrica gasolina, combustóleo y turbosina. Esto sirvió de pretexto para comprar gasolina al extranjero. Otro grave error.
Por otro lado, de manera geoestratégica, se compró la refinería Deer Park en Houston, Texas, cuya producción es alrededor de 110 mil barriles por día de gasolina, 90 mil barriles por día de diésel y 25 mil barriles diarios de turbosina.
Las seis refinerías de México, bajo la tutela de Pemex, están procesando alrededor de 700 mil barriles por día promedio, por lo tanto, si sumamos la refinería de Deer Park –con la capacidad de procesar 340 mil barriles diarios de crudos– y la refinería Olmeca se podrá dejar de importar combustibles, aunque quedaría pendiente el déficit petrolero.
Sin embargo, la posición mexicana, en particular, Ricardo Anaya, está en contra de la construcción de Refinería de Dos bocas y de la compra de Deer Park y, al mismo tiempo, quiere chantajear al pueblo mexicano con su discurso de las energías limpias. Y yo me pregunto: ¿México ya no debería apostar en refinación? Para contestar debemos contextualizar como siempre.
En primer lugar, debemos recordar que, gracias a una refinería, el petróleo crudo se transforma en sus derivados, como gas licuado de petróleo (uso doméstico e industrial), gasolinas, turbosina, diésel, asfalto, combustóleo y aceites lubricantes, entre otros. No sólo se obtiene gasolina para vehículos como aduce Ricardo Anaya, quien es lacayo del neocolonialismo verde.
Si las refinerías no son un negocio, entonces, por qué estos países tienen varias: Estados Unidos (135), Japón (29), China (179), India (24), Alemania (14) y Brasil (17).
Por ejemplo, Japón no posee petróleo en su territorio y aun así produce su propia gasolina. En 2017, tuvo la capacidad de refinación de petróleo de 3 mil 343 de barriles por día e incluso su principal refinería Sakai tiene la capacidad de refinación de 100 mil barriles. El año pasado, las refinerías japonesas reportaron sólidas ganancias.
Otro ejemplo, el portal Bloomberg informó (en 2020) que China estaba invirtiendo miles de millones de dólares en “nuevas mega refinerías”. Según Bloomberg, al menos son cuatro proyectos (refinerías) con alrededor de 1.4 millones de barriles por día; esto se debe a que China busca una autosuficiencia energética para no depender más de la importación de gasolina y diésel.
Si bien es cierto que el mundo ya se propuso la transición a energías limpias esto tardará, según especialistas, hasta 2050 o 2070 se podrá lograr el cambio. Mientras tanto, China ha optado por la pluralidad energética, es decir utilizar energías renovables (hidroeléctrico, solar, eólico y biomasa) como fósiles. Ahora bien, es posible que estemos en la última etapa del petróleo, aunque tardará en concluir.
En el caso de México, se está optando por la pluralidad energética, ya que en la reforma energética de AMLO le da prioridad a las hidroeléctricas (14 de ellas serán modernizadas) y, al mismo tiempo, se declara al litio como propiedad de la Nación y un mineral estratégico. No olvidemos que el litio sirve para la elaboración de baterías para carros eléctricos. Y yo me pregunto: ¿Por qué Anaya no aplaude que el litio sea nuestro?
En fin, México ha perdido, según el especialista Leopoldo Mendívil López, aproximadamente 21 mil 365 millones de dólares por comprar combustibles, cuando nosotros tenemos la materia prima para generarlos. El margen de refinación a nivel mundial, según Oil Price, es más alto que el cuarto trimestre, los márgenes han mejorado un poco con la recuperación de demanda de gasolina en China y Estados Unidos. Por lo tanto, a mi consideración, es importante tener otras dos refinerías y, al mismo tiempo, utilizar parte de las ganancias para invertir en la transición energética.
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