Recordamos que México entre el fin del cardenismo y 1982 tuvo un crecimiento de 6 por ciento. En cierto sentido, durante décadas, perteneció al grupo de países que crecen de 5 por ciento para arriba.
El Banco Mundial ya hizo sus cálculos y publicó sus datos de 2015, y también de algunos años anteriores. En algunos casos ya teníamos información de estudios realizados también en el pasado.
Para el comparativo tenemos a la mano datos de más países. Vamos a considerar casos de 2015, pero también, en algunos, el promedio de los 9 últimos años, de 2007 a 2015. Empezamos por el país con mayor crecimiento en este periodo, y a continuación agregamos el crecimiento del mismo país en 2015. (Cuadro 1)
En los cuatro últimos casos, sin el promedio de 9 años, el crecimiento de 2025 se vería menor al real. Nigeria fue prevista, por un análisis alemán, para dentro de 50 años, basado en un periodo anterior mayor al nuestro, como rebasando a Alemania y ocupando el noveno lugar mundial (reseñado también aquí el 22 de febrero de 2015). En adelante, consideramos 2015 nada más, salvo casos especiales, en que el promedio sea muy diferente al de este año. Esto, para que se puedan ver más países. (Cuadro 2)
Recordamos que México entre el fin del cardenismo y 1982 tuvo un crecimiento de 6 por ciento. En cierto sentido, durante décadas, perteneció al grupo de países que crecen de 5 por ciento para arriba.
Esto implica que en el futuro habrá cambios importantes. Si los datos básicos siguen como hasta ahora, países considerados como muy importantes irán dejando de serlo, y otros ocuparán su lugar.
Hace un tiempo hicimos un ejercicio, prolongando a años futuros el ritmo de crecimiento de algunas naciones. Suponiendo el ritmo futuro de Estados Unidos en su valor más alto actual (2.4%) y el más bajo que se concibe para China (6%), este último rebasa al anterior en 2028. Como consideramos posibilidades extremas en favor de Estados Unidos, no se da un lugar adecuado a casos particulares. Por ejemplo, en este primer trimestre del año, su producto interno bruto fue 0.2 por ciento, y el segundo trimestre, 1.2 por ciento.
¿Y para México? La política desde 2012 ha sido contraria al desarrollo del país. Enriquecimiento de los ricos, entrega de los bienes nacionales, principalmente a las trasnacionales. Es una política que concentra más la riqueza y que frena las ramas económicas más productivas: agricultura, industria de transformación y otras.
Se favorece la acumulación de bienes entre unos cuantos y se da prioridad a las ramas no productivas, como el turismo y la concentración de la venta al público.
Se espera, públicamente, que la economía se siga frenando en el segundo semestre de este año y en el próximo.
Los discursos oficiales optimistas no van a resolver nada. Sólo con un cambio que nos devuelva las ventajas que tuvimos hasta 1982 y mejore la economía productiva del país, el empleo y, en general, el nivel de vida de la mayoría, se puede elevar sustancialmente nuestro ritmo de crecimiento económico.