En la Edad Media, existía esa creencia de que los cadáveres de gente malévola podían vagar por los pueblos para inquietar e incluso contagiar de enfermedades a sus habitantes.
Regeneración, 8 de abril del 2017.-A los vampiros se les clava una estaca en el corazón, mientras que, para acabar con un zombie, es necesario destruirle su cerebro de muerto viviente. Max Brooks, en su libro ‘Zombie: Guía de supervivencia’, lo relata muy bien.
Ahora, un equipo de investigadores del Patrimonio de Inglaterra y de la Universidad de Southampton publican un estudio, en Journal of Archaeological Science Reports, en el que desvelan prácticas similares, que bien podrían considerarse la primera ‘matanza de muertos vivientes’ de la Edad Media, según titulan los científicos.
La investigación analiza los restos hallados de 10 personas fallecidas entre los siglos XI y XIV, en Wharram Percy, pueblo abandonado de Yorkshire (Inglaterra). Se trata de 137 huesos que muestran una violencia extrema sobre los cuerpos de cinco hombres, dos mujeres y tres niños.
Los restos fueron enterrados en tres fosas superpuestas, cerca de donde se construyó una casa más tarde, próxima a la iglesia y el cementerio.
Los restos óseos aparecen con marcas de cuchillos, señales de decapitación y miembros mutilados. El hallazgo también apunta a la quema de los cuerpos y la rotura de huesos después de la muerte de esa decena de personas.
Los científicos descartan el hecho del canibalismo, habitual en la época de hambrunas, y abogan más por que los aldeanos trataron así a los cadáveres para evitar que resurgieran de sus tumbas y los amenazaran en vida.
No en vano, en la Edad Media, existía esa creencia de que los cadáveres de gente malévola podían vagar por los pueblos para inquietar e incluso contagiar de enfermedades a sus habitantes.
Mucha de la literatura medieval describe la manera de hacer frente a esos muertos vivientes. Desenterrar los cuerpos una vez culminado el funeral, mutilarlos y quemarlos para espantar esos temores.
Vía CienciaExplora