Lorena Ramírez, corredora rarámuri, abre camino para infancias indígenas: “Quiero que mi historia se repita muchas veces y ganemos espacios”
Regeneración, 11 de diciembre 2025– Con unos huaraches de cuero, ropa tradicional y una resistencia capaz de sorprender al mundo, Lorena Ramírez surgió desde la Sierra Tarahumara (Chihuahua) para darle visibilidad global al deporte indígena.
Misión
Nueve años después de convertirse en un fenómeno mediático, continúa compitiendo en ultramaratones internacionales, aunque su misión ha evolucionado:
Más que buscar medallas, busca abrir camino para que niñas y jóvenes de pueblos originarios puedan repetir su historia.
A sus 30 años, Ramírez es la primera atleta indígena en recibir el Premio Nacional del Deporte.
Además, creó una fundación con su nombre y es una de las líderes del movimiento México Imparable, un proyecto que busca visibilizar y dignificar a los pueblos originarios.
Para ella, correr es una forma de preservar identidad y demostrar que los sueños pueden cumplirse aun enfrentando adversidades históricas.

Capacidad física
Su extraordinaria capacidad física se forjó durante la infancia, recorriendo entre 10 y 15 kilómetros diarios para pastorear cabras en las Barrancas del Cobre.
Ese entrenamiento natural se ha transformado en una plataforma para compartir la cultura rarámuri en competencias dentro y fuera del país.
Aunque muchos corredores indígenas han adoptado tenis modernos, ella insiste en que lo importante es participar y llevar consigo un pedazo de la tradición a cada carrera.
Durante el Medio Maratón Raíces de Fuego en la Ciudad de México, Lorena fue la figura central: cientos la animaron, le pidieron fotos y la rodearon al cruzar la meta.
Ella, sin embargo, insistió en que cada corredor indígena tiene una historia valiosa por contar.

Movimiento que crece
Recordó cómo en el camino se encontró con rarámuris, mayas y mixtecos, reflejo de un movimiento que crece y se integra cada vez más al deporte formal.
El proyecto México Imparable ha crecido al punto de darle a Lorena la oportunidad de dialogar directamente con la presidenta Sheinbaum, quien ofreció apoyo para expandir la iniciativa.
Ese respaldo político, sumado a su creciente visibilidad, ha reforzado su objetivo de crear oportunidades deportivas para jóvenes de la sierra.
Así como apoyar a comunidades con medicamentos, alimentos y programas de integración.

Fama
La fama de Ramírez se disparó tras ganar la carrera Cerro Rojo en 2017, un durísimo recorrido de 50 kilómetros en Puebla.
Su historia inspiró un documental de Netflix que inmortalizó frases como: “Si no corro con mi vestido y mis huaraches, no siento que sea yo”, obra que ganó un Ariel en 2020.
Aun así, reconoce que la exposición pública le sigue resultando extraña, aunque la acepta como una herramienta para ayudar a quienes apenas comienzan.
Su labor comunitaria y deportiva continúa la tradición de corredores rarámuris históricos como Cirilo Chacarito, Silvino Cubesare y Arnulfo Quimare.
Ellos fueron figuras que impulsaron el reconocimiento internacional de su pueblo.

Liderazgo
En 2024, el liderazgo de Lorena fue reconocido por el Women Economic Forum al nombrarla “donataria autorizada”.
Siendo la primera persona del deporte mexicano en obtener esta distinción en México y Estados Unidos.
Finalmente, su hermano Antonio, también corredor de talla internacional, destacó el carácter perseverante de Lorena.
Asegura que siempre ha sido una mujer fuerte, decidida y disciplinada, cualidades que hoy la consolidan como un referente del deporte indígena.
Así como una inspiración que sigue transformando vidas dentro y fuera de la Sierra Tarahumara.














