El petróleo mexicano es nuestro y tenemos derecho a administrarlo de acuerdo a las necesidades mexicanas, a nuestro propio ritmo
La riqueza del subsuelo en el que nos tocó nacer, es y debe seguir siendo la palanca de nuestro desarrollo como Nación libre y soberana
Regeneración, 7 de octubre de 2013. El portal de la revista National Geographic destacó las «pasiones» que ha levantado en México durante el último mes, el rechazo popular a la reforma energética de Peña que busca, según el autor, «abrir las reservas de petróleo nacional a compañías extranjeras por primera vez en 75 años».
«El ambicioso presidente mexicano ha desatado una serie de asombrosas reformas en su primer año, como la educativa y laboral. Pero la jugada más mañosa («trickiest gambit») de todas puede ser esa que golpea el corazón del orgullo de la nación (la industria petrolera) y su economía», dice en el artículo firmado por David LaGesse.
El texto reproduce parte del guión «pro modernización», esa manera que tienen el gobierno y las transnacionales extranjeras para nombrar lo que en realidad significa otra cosa: Modificar la Constitución para sangrar al país al amparo de la ley.
«A las compañías les gustaría contabilizar las reservas (mexicanas) en sus libros, lo cual es importante para inversionistas», asegura José Larroque, abogado de la firma transnacional Baker-McKenzie. «Es más bien un asunto de semántica», agrega el especialista estadunidense. «Hay maneras en que puedes darle la vuelta a las palabras en las definiciones, para alcanzar el mismo objetivo de contabilizar las reservas».
El artículo abunda en comentarios de especialistas sobre las dificultades que enfrenta en México la Reforma energética, para un público lector principalmente estadounidense, e intentar pintar un cuadro que ilustre a la fuerte relación de identidad nacional que existe en México para con el petróleo.
«Esto es serio, una lucha seria en México. Son protestas contra la modernidad y la globalización», dijo Diana Villiers Negroponte, autora de libros sobre reformas en México y esposa del ex-embajador estadounidense de nefasto recuerdo, John Negroponte.
«Se dice que funcionarios de Pemex están negociando el asunto de la contabilidad detrás de puertas cerradas con la entidad reguladora de Estados Unidos», agregó Diana Villiers. Autora del libro que dice «México es una nación en transición de una civilización ancestral, de herencia colonial española, y régimen unipartidista, en una democracia liberal moderna de mercados abiertos».
La escritora es esposa del embajador en México durante el sexenio de Carlos Salinas, con largo historial como funcionario de los gobiernos de George Bush padre e hijo, fue embajador en Irak en 2004 a 2005 e impulsó los escuadrones de la muerte durante la dictadura militar en Honduras.
Aun con todo el saqueo que significa la Reforma energética, esta se queda corta para satisfacer las pretensiones de las transnacionales del petróleo, desliza Jeremy Martin, director del programa de Energía en el Instituto de las Américas en San Diego. Empero señaló que «es una dramática transformación en un país que ha amarrado su presupuesto nacional , y su identidad nacional, a la producción de petróleo».
«La riqueza petrolera que se obtiene de abajo de la tierra y las aguas evoca una noción casi religiosa, incluso mística, en muchos mexicanos. El reto que el gobierno tiene que trabajar es monumental», agrega Martin.
Villiers Negroponte se pregunta: «Si los opositores (a las reformas) pueden llenar las calles con los manifestantes suficientes para hacer encallar la reformas».
Fuente: «Reforma energética levanta pasiones en México«: National Geographic.
Foto: rt.com
Más sobre John Negroponte
“Hubo una conversación en San Diego. El presidente Salinas dijo: ‘¿Por qué no incluimos, o permitimos como parte del TLC, inversión extranjera en el sector energético?’,”, relató Negroponte, un diplomático con fama de duro, considerado como procónsul de Estados Unidos durante la guerra en Centroamérica y hombre clave del gobierno de George W. Bush entre 1989 y 1993, durante su estancia en México.
“Herminio Blanco estaba presente y él se acuerda muy bien de esta historia”, abundó Negroponte, según la nota firmada por Roberto González Amador. En esa misma conferencia, el ex embajador, perteneciente a la corriente de Henry Kissinger, afirmó que después del ofrecimiento de Salinas él intervino para explicarle a Bush “las dificultades políticas para cambiar o modificar su política energética”.
Le dije que “incluso hay una festividad que recuerda la expropiación petrolera y que era una cuestión muy seria que se pensara incluir este tema; no había las condiciones políticas necesarias y la producción petrolera de México en ese momento era alta”.
Fuente: jenarovillamil.wordpress.com