Varios opinadores, tanto de derecha como de izquierda se indignaron cuando AMLO llamó ‘chivo expiatorio’ a Robles como si no supieran lo que significa. López Obrador ya había llamado así a Javier Duarte y medios le hicieron el mismo escándalo
Regeneración, 17 de septiembre de 2018. «El pueblo no se conforma con chivos expiatorios», escribió Andrés Manuel López Obrador el 16 de abril de 2017 cuando se supo de la detención del gobernador priista de Veracruz, Javier Duarte, en Guatemala.
En esa ocasión era suficientemente claro lo que esto significaba: Duarte debía pagar por sus culpas, pero no era el único culpable ni el mayor, sin embargo, fue presentado como el expiatorio para que los otros responsables no fueran señalados.
Eso es lo que significa «chivo expiatorio»; es un concepto que existe desde hace miles de años, en la Biblia, y se usa cotidianamente. Proviene de la tradición judía del Día de la Expiación en la que un macho cabrío era simbólicamente cargado con todas las culpas y males del pueblo judío y después se enviaba al desierto, con el ángel caído Azazel. De esta manera, la comunidad se deshacía de sus culpas.
Cuando López Obrador dijo sobre Duarte que «el pueblo no se conforma con chivos expiatorios, quiere la caída del PRIAN», los opinadores comenzaron a sugerir que había un acuerdo de impunidad entre el presidente Enrique Peña Nieto y AMLO.
Otro tanto pasa ahora, luego de que López Obrador afirmara, por pregunta de un reportero, que Rosario Robles, actual titular de Sedatu y ex Sedesol, es un chivo expiatorio «como otros», y recordó que éste tipo de estrategia era común en el régimen del expresidente Carlos Salinas de Gortari, por ejemplo, quien encarceló al líder sindicalista Joaquín Hernández Galicia, ‘La Quina‘, con el fin de legitimar su gobierno, «y luego le seguían con la misma corrupción».
El pasado 15 de septiembre, un periodista le preguntó a AMLO si «¿Rosario es chivo expiatorio o no es?» y le agregó el conocido «¿si o no?», que genera respuestas carentes de todo matiz.
Esto es, textualmente, lo que dijo AMLO:
«Sí, como otros. Porque los de la mafia del poder y algunos medios de información les gusta mucho ofrecer circo a la gente y nosotros ya no queremos eso.
«Sí es un circo porque no se fueron a fondo, nunca se cuestionaron a los jefes del saqueo. Desde tiempo atrás, llevan 30 años saqueando al país y medios de comunicación calladitos.
«Entonces agarrando… El gobernador de no sé qué estado, ¡qué barbaridad…! Que la secretaria no sé qué… Que el presidente municipal…
«Y los jefes de jefes gozando de impunidad y sin perder ni siquiera su respetabilidad. Ya basta de eso. Ya basta de esa simulación.
«Sencillamente ya no va a haber corrupción y ya no va a haber impunidad».
Y así respondió @lopezobrador_ a la prensa:
-¿Le parece que @Rosario_Robles_ es un chivo expiatorio?.
-Sí, como otros… pic.twitter.com/cZql4zOGdd
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) 16 de septiembre de 2018
Por la forma en que funciona el periodismo, por sus reglas, era obvio que la cabeza de la nota era «AMLO dice que Rosario Robles es chivo expiatorio», y los detalles de la declaración del presidente electo vendrían en el cuerpo de la nota.
Sin embargo, al parecer, algunos opinadores, tanto de derecha como de izquierda, omitieron estos detalles y se rasgaron las vestiduras con el concepto del «chivo expiatorio».
Incluso Julio Hernández López, «Astillero», en La Jornada, aseguró que Robles no era un «chivo expiatorio», o que lo sería si sus superiores fueran Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, personajes a los que AMLO «ya perdonó», como si la cuestión de la justicia estuviera en manos del Ejecutivo y no a cargo del Poder Judicial; poderes divididos como el propio López Obrador ha reconocido en diferentes ocasiones.
El Poder Legislativo, cuya mayoría es morenista, por su parte, se encuentra en estos momentos impulsando una comisión que llame a comparecer a Robles; Eviel Pérez, actual titular de la Sedesol; y a David Rogelio Colmerales, titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
¿Cuál es el propósito o beneficio de armar un escándalo que involucre a una persona con tanto atractivo mediático, como lo es AMLO, en un contexto de crisis de los medios de comunicación dependientes de una publicidad oficial que ya no llegará? Exacto.
Pero el problema anterior lo están intentando resolver por su propia cuenta los propios periodistas y reporteros de a pie mediante la vía legislativa, no creando un espectáculo para atraer audiencias como lo están haciendo varios opinadores, también en crisis, pero de nervios.