Salinas de Gortari, celebró en 2017 la candidatura presidencial de José Antonio Meade como abanderado del PRI, quien de acuerdo a las encuestas no logra despegar, ayer el expresidente lanzó 45 preguntas con tendencia e inclinando la balanza contra Andrés Manuel López Obrador.
Regeneración, 26 enero 2018.- El ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari reapareció este jueves en la escena política para cuestionar en un extenso artículo del diario español El País, si los precandidatos presidenciales están preparados para enfrentar los retos en materia de seguridad, convivencia democrática, economía y política exterior.
En principio, Salinas de Gortari dice que como ex mandatario no está en aptitud de ofrecer consejos ni recomendaciones, y tampoco propuestas de gobierno a los precandidatos. Expuso que México requiere “un perfil humano” con soluciones reales, “sin inventar soluciones falsas o simples”.
Se preguntó si los aspirantes a Presidente de México seguirán “atados al localismo y al simplismo” o asumirán que la política “seguirá siendo geopolítica” y si sabrán reaccionar frente a la “próxima crisis mundial” que dijo golpeará al país de forma “inesperada”.
“¿Seguirá el debate electoral anclado como desde hace 30 años al falso dilema neoliberalismo-populismo?” preguntó Salinas, quien también cuestionó si se lanzará una propuesta de combate a la injusticia que recupere el “legado histórico del neoliberalismo y la justicia en una nueva etapa del Liberalismo Social”.
Puso también sobre la mesa la discusión de si los precandidatos sabrán proteger al país de “la caída libre de su sistema” y de “su incapacidad de reformarse”, y poderla colocar en una senda de “prosperidad creciente e incluyente”.
Además pidió a los “intelectuales orgánicos” exponer si están dispuestos “a saber la verdad a fondo, o sólo nos proporcionan historietas en lugar de la historia profesional”.
Pregunta cómo se podrá enfrentar en el ámbito diplomático los cambios en Estados Unidos mientras se da una división tanto en el Partido Republicano como en el Partido Demócrata, además frente al resurgimiento del racismo blanco, en defensa de los migrantes y los llamados «dreamers».
En torno a la democracia, sin mencionarlo pero haciendo referencia a López Obrador, Salinas dice que la democracia mexicana se ha enredado, se habla de su baja calidad y de que es excesivamente costosa. Y de nuevo pregunta: «¿Existe un compromiso para revertir nuestros enredos democráticos? ¿Las propuestas atacan el origen del problema o son meros paliativos discursivos para usar contra el rival? ¿Con cuál definición de democracia está comprometido cada aspirante? ¿Del pueblo, por el pueblo y para el pueblo? ¿De un solo dirigente? ¿Plebiscitaria, propiedad del líder populista? ¿O participativa tanto como representativa?».
Y también pone sobre la mesa el tema de qué harán los precandidatos para revertir la violencia y los efectos corrosivos de la inseguridad. ¿Y frente al narcotráfico, que amenaza la esencia misma de la soberanía y del Estado? ¿Y con la falta de confianza en las fuerzas públicas y los sistemas de justicia?
«Estas y otras preguntas podrían hacerse a quienes aspiran a gobernarnos. Este mundo tan complejo y amenazante, en una realidad mexicana tan crispada, reclama un perfil humano que conozca y asuma las grandes transformaciones que los mexicanos han impulsado durante décadas, sin inventar soluciones falsas o simples, y con una sincera capacidad de autocrítica y de identificarse con las sentidas y profundas aspiraciones de los ciudadanos para convertirlas en realidades», finaliza.
Carlos Salinas de Gortari se colocó en 1988 como el ganador de las elecciones presidenciales. Su triunfo sobre Cuauhtémoc Cárdenas ha sido cuestionado desde siempre. Manuel Bartlett, quien fuera secretario de gobernación, dice que Salinas no ganó las elección presidencial de ese año.
Con información de El País