Han pasado 10 años desde que Google lanzara, el 23 de septiembre del 2008, la primera versión de Android. Por la cantidad de versiones lanzadas en estos años, cualquier habría jurado que eran más, pero no
Regeneración, 23 septiembre 2018.– Repasamos 10 años de Android en los que Google ha lanzado nueve versiones principales de su sistema operativo para móviles y un montón de versiones intermedias. Además, hay que recordar el mítico HTC Dream con el que »nació» el sistema operativo para móviles más implantado del mundo.
Parece mentira, pero han pasado 10 años desde que Google lanzara, el 23 de septiembre del 2008, la primera versión de Android. Por la cantidad de versiones lanzadas en estos años, cualquier habría jurado que eran más, pero no. Android va por la novena versión, y ha sido un camino lleno de altibajos y, sobre todo, muy divertidos para los amantes de la tecnología.
Y es que, hoy día Android es un sistema operativo que ha cambiado la percepción de la gente. El considerado como el sistema operativo de todo lo que no fuera iPhone, un SO lento e inestable por culpa de móviles con una potencia justa y capas de personalización agresivas, es ahora uno de los sistemas que, utilizado de forma correcta, más alegrías puede darnos.
Sigue estando el problema de la fragmentación y las complicaciones a la hora de llevar un juego o aplicación a diferentes móviles por las propias diferencias en las versiones de Android (hay demasiadas, eso es innegable, y la variedad de hardware es mucho mayor que la de los iPhone), pero Android es un sistema operativo que con su séptima versión dio un salto de calidad, y ahí sigue.
Con nombres dulces desde el principio, Android se estrenó con el HTC Dream, uno de los móviles más icónicos de la historia. No solo fue un móvil que abría un abanico de posibilidades (y para lo que ha quedado HTC en la actualidad…) sino que marcó una época en la que los diferentes fabricantes que utilizaban Android querían distinguirse unos de otros.
Había tendencias, claro está, como el notch en la actualidad, pero cada uno buscaba experimentar con el hardware, el diseño o personalización del sistema operativo, y el HTC Dream combinó lo mejor de los móviles »antiguos», como el teclado retráctil, con lo mejor del futuro, como las pantallas táctiles y un sistema operativo que abría puertas impensables antaño.
Ha llovido mucho desde el lanzamiento de Android 1.0 y, por eso, y para celebrar los 10 años de Android, vamos a hacer un repaso por las 10 versiones del sistema operativo de Google para móviles, señalando sus principales características y, sobre todo, las versiones que cada uno tuvo.
Android 1: Apple Pie
¿Imagináis que a Google le da por llamar hoy día »Apple Pie» (tarda de manzana) a su sistema operativo? Ha pasado mucho tiempo, pero aunque las apps han cambiado, bastante, hay elementos que han estado ahí desde el principio.
En 2008 ya estaban los mapas de Google, el navegador web, el Android Market y diferentes programas de Google que hoy, en su mayoría, continúan con nosotros y llegan preinstalados en cada Android. Sí, incluso estaba Youtube por ahí.
Android 1.0 fue un sistema muy avanzado y, con permiso de iOS (bueno, iPhone OS), que llegó un año antes, coincidiendo con las betas de Android 1.0, fue el que revolucionó la forma de interactuar, trabajar y comunicarse con el móvil. Además, cambió el consumo de contenido gracias a Youtube (aunque, vale, la pantalla del iPhone 2G era mejor para eso que la de los primeros Android).
El HTC Dream fue el abanderado de Android 1.0… y también de Android 1.1, lanzado un año después, corrigiendo varios fallos de Android. Unos meses más tarde, se lanzó Android 1.5 Cupcake con diferentes mejoras, como la posibilidad de compartir vídeos en Youtube, nuevos formatos de vídeo, opciones para aprovechar los sensores de los teléfonos y una mejora en la gestión de carpetas y archivos.
No fue la última versión de Android 1.0, ya que ese mismo año (y van tres en 2009) vio la luz Donut, o Android 1.6 con mejoras menores. Esa sí fue la última versión de Android 1.0, pero pronto llegaría el relevo…
Android 2: Éclair
Y es que, en octubre de 2009 llegó Éclair, o Android 2.0. Esta nueva versión fue bastante esperada, aunque realmente las mejoras que incluyó fueron las típicas, como más velocidad gracias a la optimización, nuevas versiones de algunas aplicaciones de Android y elementos que hoy son indispensables, como cuentas de correo en el móvil que se pueden sincronizar y manejar de forma compleja, con varios perfiles y usuarios.
Éclair tuvo otras dos versiones con correcciones menores, y fue con la que llegó el Samsung Galaxy S al mercado. Un servidor tuvo el móvil de gama alta de Samsung y, como mandaban los cánones en aquella época, pasaron meses hasta que se pudo actualizar a Froyo, o Android 2.2.
Todos los usuarios que tuvieron el Samsung Galaxy S en España desde el principio, una exclusiva de Movistar, »sufrieron» el retraso en la actualización del terminal. Y es que, en aquella época todas las actualizaciones de móviles dependían del operador, lo que ralentizaba muchísimo el proceso.
Froyo fue una gran actualización para Android debido a diversos procesos de optimización, pero también por la inclusión del soporte de pantallas HD y, sobre todo, el pinch-in y pinch-out en las fotografías que iOS ya permitía, por no hablar del dictado por voz y la adición de Adobe Flash, que cambiaba la manera en la que veíamos las páginas web.
Froyo tuvo tres versiones más, pero aún quedaba otra gran versión de Android 2, Android 2.3 Gingerbread.
En 2010, sí, el mismo año que Froyo, llegó la tercera gran versión de Android 2.0. Había grandes avances, como el gestor de descargas, más optimización para acelerar los procesos y diferentes soportes a nivel nativo para los sensores como el giroscopio, pero también para el NFC (en 2010, sí).
Hubo otras cinco versiones de Android 2.3 (algunas muy importantes), y ya os estaréis dando cuenta del gran problema de los primeros años de Android, la cantidad de actualizaciones que, como decimos, dependían de los teleoperadores en gran medida.
Android 3: Honeycomb
Si sois fieles usuarios de Android en móviles, nunca habéis tocado una tablet y no recordáis Android 3.0, no os preocupéis, es normal. Y es que, Android 3.0 fue un sistema operativo exclusivo de tablets Android. Y sí, era bastante necesario.
Hasta entonces, las tablets que utilizaban Android como sistema operativo lo hacían con una versión anterior de Android 2.0, y no, no estaba nada optimizado para este tipo de dispositivos. Por eso, el lanzamiento de Android 3.0 para tablets fue importante no solo por el hecho de algunas mejoras en rapidez para las tablets, sino por la navegación y multitarea.
Por fin, en febrero de 2011, Google aprendió que las tablets no se controlan igual que los móviles, y su uso tampoco es el mismo. Por eso, se añadieron una serie de atajos para poder navegar de forma más rápida, así como un menú más intuitivo y, sobre todo, una mejor gestión de la multitarea.
Claro está, también hubo mejoras en lo que al rendimiento se refiere, y hubo seis versiones que mejoraban lo presente, así como añadían nuevas funciones, como el soporte para mandos.
Android 4: Ice Cream Sandwich
A finales de 2011 llegó Android 4.0 Ice Cream Sandwich, y esta vez sí, para teléfonos Android. Posiblemente, se trata de la versión más importante de Android, ya que llegó en octubre de 2011 y fue el sistema operativo de referencia hasta noviembre del 2014. Fueron algo más de tres años en los que, claro está, vimos diferentes versiones, entre ellas una de las más famosas.
Con Android 4.0, Google se dio cuenta de algo muy importante: mejor dejar pasar el tiempo entre versiones con nombres y apellidos si estas no van a suponer una gran mejora. Y es que, realmente, Android 4.0 fue el que lo cambió todo al añadir los botones en pantalla (ya no eran estrictamente necesarios los físicos), las capturas de pantalla, diferentes launcher, desbloqueo facial (en 2011) y, sobre todo, Google Chrome, además de otras mejoras tanto de rendimiento como de cámara, interfaz y funcionalidad.
Posteriormente, se lanzaron más versiones de Android 4, todas centradas en el rendimiento y la solución de algunos fallos, y un año después conocimos Jelly Bean. En 2012 llegó Jelly Bean, en 2013, también, y en 2014… también. Sí, se lanzaron tres ediciones de Jelly Bean que mejoraban ciertos aspectos, pero que parecían enfocadas a darle publicidad al lanzamiento de »Google» de turno, como los teléfonos Nexus o las tablet homónimas.
La gran mejora llegó en 2014, con Android 4.4, el mítico Android Kit Kat.
Y no, no fue por algo revolucionario, ya que 4.4 lo que hizo fue »toquetear» de aquí y de allá diferentes elementos del software (casi todos) para pulirlo y ofrecer la mejor experiencia posible. Es algo que vimos en las diferentes versiones de Android 4.4 y que, en mi opinión, permitió que Android 5.0 fuera el principio del Android »moderno», un sistema mucho más estable.
Android 5: Lollipop
Android 5.0 Lollipop empezó a marcar la pauta que, hasta ahora, se ha mantenido en las siguientes versiones de Android. Lollipop se presentó en el I/O de Google de 2015 y al día siguiente ya se podía descargar en algunos dispositivos, los Nexus de la propia compañía.
El sistema operativo tenía un launcher mucho más parecido al de ahora gracias a Material Design, el diseño de dicho launcher que era más limpio, con colores más claros, con una nueva tipografía, nuevos botones de navegación y, sobre todo, elementos visuales que ayudaban a hacer la navegación más intuitiva.
La barra de notificaciones también experimentó cuantiosas mejoras y se añadieron retoques aquí y allá para mejorar ciertos aspectos, como la cámara, la vida de la batería (con diferentes funciones para ahorrar batería) y, en definitiva, diferentes mejoras para crear teléfonos más estables.
Con las diferentes versiones de Lollipop, se ajustaron diferentes parámetros, pero no corregían tantísimas cosas como las versiones de sistemas operativos previos y, además, tampoco tenían nombres propios.
Android 6: Marshmallow
A partir de Android 5, Google trabajó en la estabilidad dei sistema operativo y no incluyó mejoras muy palpables en el aspecto del mismo, pero sí en su funcionalidad. Por ejemplo, el explorador de archivos, algo que siempre se ha alabado en Android, se incluyó de forma nativa y la gestión de la memoria RAM también mejoró.
Con Marshmallow también llegó la compatibilidad nativa para la huella. Es decir, a partir de esta versión del sistema pudimos empezar a desbloquear el teléfono, de forma nativa, con la opción de utilizar nuestra huella dactilar.
También llegaron otras mejoras que hoy seguimos utilizando mucho en nuestro móvil, como la gestión de los permisos de forma individual para cara aplicación, diferentes gestos para interactuar con el dispositivo y otras mejoras aquí y allá.
Es decir, Marshmallow fue una especie de transición de Android 5 a Android 7. Google tenía que sacar una nueva versión de Android y más que una revolución, como pudo ser Android 5, fue una mejora general de diferentes elementos del sistema operativo anterior.
Android 7: Nougat
Nougat llegó en 2016 y cambió ligeramente algunos aspectos del launcher de Android, mejorando animaciones y la navegación por el sistema y, aunque parezca una actualización menor dentro de la historia de Android, realmente no estuvo de más gracias a algo fundamental: el aumento de rendimiento de los dispositivos.
Google adoptó la API Vulkan para mejorar el rendimiento de los juegos compatibles, convirtiendo Android en, por fin, una máquina con aspiraciones para convertirse en una plataforma de juego. El consumo de RAM, tanto del sistema como de las aplicaciones en segundo plano, también mejoró.
Lo importante es que se empezaron a dar pasos para construir Android Oreo, con el soporte nativo para la multiventana (algo que ya hacía Samsung, pero que ahora podían hacer los demás móviles de forma nativa), y se preparó para la realidad virtual.
Para Google, y otros fabricantes, la VR en el móvil ha sido una importante arma publicitaria. Samsung sacó provecho de ello, y con Android 7.0 llegó el soporte para Daydream y para la realidad virtual. Por descontado, el sistema de notificaciones también experimentó mejoras y llegó, de forma nativa, el útil »levantar para despertar».
Android 8: Oreo
Así, nos plantamos en Android Oreo. Llegó a finales de agosto del año pasado, exactamente igual que Android Pie, y es la versión que muchos tienen actualmente en sus teléfonos móviles. Si compráis un móvil ahora mismo, o es un Pixel o ciertos dispositivos, o tendréis una versión de Android 8.
Aquí si podemos apreciar cambios en el diseño, ya que hay diferentes retoques en varios apartados del sistema, sobre todo en »configuración», pero lo más importante es la funcionalidad. Y es que, las notificaciones dieron un salto de calidad, llegaron funciones como PiP (picture in picture) de forma nativa y también pudimos personalizar la barra de navegación (que ya iba siendo hora).
Además de una serie de mejoras y optimización del sistema operativo para consumir menos recursos, Google intentó, de nuevo, acabar con la fragmentación del sistema. Esto, como ya hemos dicho y habréis podido ver en este repaso a los 10 años de Android, es un problema para los usuarios, y el Project Treble (consiste en separar el framework del sistema de la capa de personalización de los fabricantes) fue la solución de Google para acabar con dicha fragmentación.
Algo importante es que, además, llegó Android Go. Se trata de una versión muy pura de Android basada en Android Oreo que está enfocada a los móviles menos potentes, generalmente destinados a mercados emergentes. Cuenta con aplicaciones propias de bajo consumo y Google no permite ningún tipo de personalización del software.
Android 9: Pie
Y así llegamos a Android 9.0, llamado Pie. Como en las últimas versiones del sistema, no encontramos un cambio radical en lo que al diseño se refiere, pero sí tenemos diferentes detalles que indican que estamos ante una nueva versión.
La que puede ser más importante, tanto por moda como por funcionalidad, es la compatibilidad nativa con el notch. Cuando Apple introdujo el notch el año pasado con el iPhone X, pocos pensaron que se convertiría, prácticamente, en un estándar. Ahora, la gran mayoría de fabricantes de terminales Android cuentan con un móvil con notch, y el problema es que los que usan Android One no pueden personalizar dicho notch, ni ocultarlo, porque Android no lo permitía de forma nativa (que se lo digan a Nokia).
Eso cambiará con la llegada de Android 9 a los móviles con notch (ya que sí, está en los Pixel 2, pero estos terminales no tienen la famosa ceja). También hay otras mejoras, como kun nuevo modo de ahorro de batería que, por fin, no convierte nuestro dash en algo antiestético, pintando de rojo la barra de navegación, y los gestos han llegado para quedarse, cambiando la forma en la que navegaremos por el sistema.
Hay otras mejoras, como el soporte para la inteligencia artificial en el propio sistema, para que el móvil conozca mejor nuestros hábitos y, precisamente, para ahorrar batería. También tendremos nueva compatibilidad con formatos de vídeo y HDR y algo importante para los que disfruten haciendo fotos: adopta el sistema HEIF (que ya incluyó Apple) para que las fotos ocupen menos sin perder calidad.
Android, poco a poco o con grandes saltos en cada versión, no para de evolucionar y ha pasado de ser un sistema bastante cuestionable a uno de lo más sólido. Siempre está ahí la pregunta de »cómo es posible que esto no estuviera ya en Android», lo que indica que desde Google trabajan en mejoras que, casi siempre, son necesarias.
Ahora solo hace falta ver qué nos depara el futuro de Android en los próximo 10 años, porque esta primera década ha sido »movida».