“Las agencias internacionales de ayuda temen las represalias de los estadounidenses
si distribuyen comida en el territorio controlado por Shabab”.
El 20 de Agosto, la Coalición por la Justicia Social, la Paz y las Reparaciones Black is Back, ha convocado a un Día Internacional de Acción contra las “otras guerras”. La primera pregunta de la gente es: ¿a qué te refieres con “otras guerras”? Cualquier explicación debe incluir la guerra de EEUU contra Somalia, como parte de un proyecto estadounidense para militarizar y dominar el Cuerno de África.
Se trata de una guerra no declarada, como todas las “otras guerras” de EEUU –aquellas que el movimiento antiguerra de EEUU, dominado por los blancos de la vieja guardia, no siente que tengan la categoría suficiente para incluirlas en su lista de guerras-. Sin embargo, estas guerras acaban con cientos de miles –millones– de vidas, y han dado lugar, o han contribuido, a las dos peores crisis humanitarias en África durante los últimos cuatro años. EEUU ha robado no solo las vidas del pueblo de Somalia, sino también su soberanía sobre su tierra natal. Si eso no es una guerra, entonces la palabra misma carece de significado.
Somalia tuvo algo parecido a la paz, y un gobierno para proteger la paz, por un muy breve periodo de tiempo antes de que EEUU instigara y armara una invasión etíope del país, a finales de 2006. Aplastaron y dispersaron el gobierno islamista –llamado los Tribunales Islámicos– cuya rama más joven, Shabab, organizó entonces una resistencia de guerrillas. Casi de manera inmediata, el país se vio sumergido en lo que las Naciones Unidas llamaron “la peor crisis humanitaria de África.” Los estadounidenses usaron soldados extranjeros de Uganda y Burundi, sus Estados clientes en África, para apuntalar un lamentable y fraudulento mini-Estado en la capital, Mogadisicio. Incapaz de controlar las zonas rurales, e incluso la mayor parte de la capital, EEUU hizo entonces extremadamente difícil para los proveedores de ayuda alimentaria extranjera que llegaran a la gente en las zonas controladas por Shabab. Esto preparó el escenario para la siguiente gran crisis humanitaria, cuando la peor sequía de los últimos sesenta años golpeó a la mayor parte del Cuerno de África, amenazando la vida de decenas de millones de personas en Somalia, Kenia, Etiopía y Yibuti. Pero los somalíes eran los más expuestos, porque las agencias internacionales de ayuda temían las represalias de los estadounidenses si distribuían comida en el territorio controlado por Shabab.
“Los 105 millones de dólares de Obama son menos de la mitad de la asistencia que EEUU envío en 2008.”
CR. Traducido para Rebelión por Mariola y Jesús María García Pedrajas
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