México será una nueva fuente de petróleo y gas del mercado internacional. Financial Times dice que esta es una oportunidad «única en la vida» para la industria del petróleo. Esta semana el gobierno subastará yacimientos con más de 100 millones de barriles de reservas probadas. Esto es más grande que las reservas de Kuwait. Exxon Mobil, Chevron, Total, Statoil, Shell, BG, Petronas de Malasia y Lukoil de Rusia, todas han entrado a la licitación
Por Andy Rowell
Regeneración, 13 de julio de 2015. Uno de los supuestos del nuevo panorama energético es que los días de la extracción de «petróleo fácil» se han acabado. La mayoría de las grandes reservas de hidrocarburos restantes están o en manos de empresas estatales o en los yacimientos no convencionales, como las arenas de alquitrán y el gas de esquisto.
El primer caso se encuentra a menudo fuera del control de las grandes petroleras y el segundo es a habitualmente caro y tiene enormes consecuencias ecológicas.
Sólo hay que pensar en los miles de millones que Shell está gastando con la esperanza de encontrar cantidades comerciales de petróleo en el Ártico como un buen ejemplo de los riesgos financieros y de pérdida en su reputación que las petroleras toman ahora para encontrar petróleo.
Aunque gran parte de las reservas que quedan en el mundo permanecen bajo control estatal, estas reservas son a menudo difíciles de acceder. Ha habido excepciones notables: después de la invasión estadounidense de Irak vastas reservas de petróleo del país han pasado a disposición de las empresas, a través de lo que se conoce como Acuerdos de Producción Compartida (PSA, por sus siglas en inglés), pero el país todavía está lleno de riesgos y la violencia.
Su vecino, Irán, tiene enormes reservas que han sido inaccesibles debido a las diferencias políticas y las sanciones aplicadas al país debido a su programa nuclear. Esta situación podría cambiar de forma inminente, los precios del petróleo se hunden más esta mañana con la noticia de que un acuerdo final sobre el programa nuclear del país está cerca y que terminarían las sanciones a la república Islámica. Esto permitiría que haya más petróleo iraní en el mercado mundial.
Perversamente cualquier acuerdo iraní disminuirá aún más el precio del petróleo y hace del petróleo caro, como las arenas bituminosas, un negocio aún menos rentable.
Pero hay otra fuente de petróleo –que a menudo se pasa por alto– que llega al mercado: México.
El país latinoamericano está abriendo sus lucrativos yacimientos de petróleo en alta mar por primera vez en 80 años y en las palabras del Financial Times, que dedica una página entera del periódico al tema, «se perfila para ser un buen banquete. «
Es fácil entender por qué muchas grandes petroleras salivan de excitación. Una fuente de la industria dice al periódico que esta es una oportunidad «única en la vida» para la industria del petróleo.
«Este es un cambio muy, muy importante», afirma Ángel Gurría, ex ministro de Finanzas de México que ahora dirige la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. «Crecimos asumiendo, simplemente como una cuestión de hecho, que el petróleo, la electricidad y el gas eran propiedades del Estado, y de esta forma estaban.» No más.
Los bloques que se subastarán esta semana podrían contener más de 100 millones de barriles de reservas probadas. Para ponerlo en perspectiva, esto es más grande que las reservas de Kuwait.
El FT sabe lo importante que México es para las compañías petroleras internacionales «el país es una de un número cada vez menor de oportunidades de añadir reservas sustanciales a sus carteras después de varios años en los que las grandes petroleras han luchado por hacer nuevos descubrimientos.»
El gobierno mexicano espera inversiones por 50 mil millones de dólares en los próximos tres años y empresas como Exxon Mobil, Chevron, Total, Statoil, BG, Petronas de Malasia y Lukoil de Rusia, todos han entrado en la licitación.
Y esto es sólo el comienzo de la gran subasta mexicana. Según el Financial Times, el gobierno mexicano está planeando una década de concesiones anuales. Dentro de cuatro años, se espera que un tercio de los recursos prospectivos del país que se hayan subastado.
No es extraño que el Financial Times llama «la venta del siglo».