Pocas semanas después de asumir la gobernatura del Estado de México a fines de 2005, Enrique Peña Nieto compró una propiedad en un exclusivo club de golf a un empresario que ayudó a transformar este adormilado pueblo en un popular balneario conocido por sus baños termales de estilo romano, reveló una publicación del diario estadounidense, The Wall Street Journal
El ex-candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador criticó en su página de Facebook el nuevo escándalo de Peña Nieto:
Roberto San Román Widerkehr, el vendedor de la residencia y desarrollador del exclusivo club de golf de Ixtapan de la Sal, también fundó una constructora que luego ganó más de US$100 millones en contratos entre 2005 y 2011 mientras Peña Nieto era gobernador, según documentos revisados por The Wall Street Journal.
Desde que Peña Nieto se convirtió en presidente en 2012, la firma de los San Román ha ganado al menos 11 contratos federales, según documentos públicos, con negocios en varios estados de México. La empresa nunca había ganado un contrato directamente del gobierno federal antes de que Peña Nieto asumiera el poder.
El vocero de Peña Nieto negó cualquier relación entre la transacción privada y el éxito del contratista para ganar contratos. La familia San Román no contestó a las peticiones de comentario. San Román Widerkehr murió en 2010 y su hijo Ricardo San Román Dunne tomó el control de los negocios.
Sin embargo, la transacción es otro ejemplo de los extensos lazos personales entre políticos y empresarios del estado natal de Peña Nieto que han desatado acusaciones de tráfico de influencias que agobian su gobierno. El rechazo público podría distraer al gobierno de Peña Nieto de la aplicación de las reformas económicas y dañar el apoyo a su partido con miras a las elecciones legislativas en junio.
El líder mexicano ha estado a la defensiva desde noviembre, cuando un equipo de periodistas mexicanos de investigación reveló que un destacado contratista del gobierno del Estado de México, Juan Armando Hinojosa, construyó y era dueño del título de propiedad de una mansión de la familia presidencial en Ciudad de México.
Luego se supo que el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, también había comprado una casa en otro exclusivo resort de golf del Estado de México, junto con un préstamo para financiarla, a Hinojosa, cuyas compañías ganaron cientos de millones de dólares en licitaciones durante el tiempo de Peña Nieto en la gobernación y en su actual presidencia.
El despacho presidencial y Videgaray han negado las acusaciones de que han sido deshonestos. Hinojosa negó comentar sobre las transacciones y no ha hecho declaraciones públicas al respecto.
Peña Nieto reveló la transacción, en el club de golf Gran Reserva de Ixtapan, cuando compró la propiedad de 2.138 metros cuadrados, en cumplimiento con requerimientos a autoridades públicas de México de hacer una declaración anual de activos. Pero la identidad del vendedor no se conocía hasta ahora.
Eduardo Sánchez, vocero del gobierno de la república, dijo que el presidente compró una casa de US$372.000 a precio de mercado y que la transacción no representaba ningún conflicto de interés.
“La relación de Peña Nieto con algunos miembros de la familia San Román se remonta a varias décadas atrás”, dijo Sánchez, añadiendo que el presidente compró la casa como una propiedad de recreo en un pueblo conocido por su clima templado.
Historiadores locales dicen que los San Román forman parte de una dinastía que ha jugado un papel prominente en el desarrollo de Ixtapan de la Sal desde que el padre de San Román obtuvo una concesión federal en los años 40 para construir un hotel y spa allí, a unos 120 kilómetros al suroeste de la capital.
De generación en generación, muchos miembros de la familia San Román promocionaron el turismo y el desarrollo inmobiliario de un pueblo que se convirtió en un destino de fin de semana para residentes de Toluca, la capital del estado.
El vecindario del club es conocido extraoficialmente como “Colonia de EPN”, las iniciales del presidente, parte de una tradición local de llamar a los barrios, las carreteras y los puentes como las autoridades públicas y benefactores. La avenida principal del pueblo se llama Arturo San Román Chávez, en honor al patriarca de la familia, quien convirtió las aguas termales de Ixtapan en uno de los parques de agua más populares de México.
Los San Román han sido desde hace mucho tiempo cercanos a altos miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto. El ex gobernador Alfredo del Mazo González, que tiene lazos familiares con Peña Nieto, fue durante un tiempo accionista de Inmobiliaria Club de Golf Ixtapan, la firma de bienes raíces controlada por los San Román, según documentos públicos.
El Estado de México, el más poblado del país, es un bastión del PRI, que nunca ha perdido una elección gubernamental allí desde su creación en 1929. Negocio y política han estado históricamente entrelazados en el estado.
Peña Nieto ha sido amigo de los San Román por décadas, dijo Sánchez. Miembros de la familia San Román también asistieron a la boda del presidente en 2010.
En el resort de golf, la casa más barata a la venta, de 210 metros cuadrados, tiene un precio de US$241.000 (3,5 millones de pesos), dijo un vendedor del resort. El terreno más barato, de 400 metros cuadrados, está a la venta por US$88.000.
Los San Román, que fundaron su firma de construcción, Constructora Urbanizadora Ixtapan SA, a fines de 1998, dependen de contratos públicos por la mayor parte de su portafolio, según su sitio web. La empresa ganó algunos contratos menores en el Estado de México bajo el predecesor de Peña Nieto.
El negocio se disparó durante la gobernación de Peña Nieto, cuando ganó US$107 millones en licitaciones alrededor del estado, incluyendo varias vías y carreteras y parte de un contrato para construir dos hospitales en los pueblos de Amecameca y Chimalhuacán, según registros del gobierno.
También ganó un contrato para construir un estacionamiento en el aeropuerto de Toluca. El gobierno federal tenía una participación de 25% en la empresa que operaba el aeropuerto.
Durante el gobierno federal de Peña Nieto, la constructora ha ganado 11 contratos federales por un valor de alrededor de US$40 millones. Seis de estos no fueron licitaciones. La empresa ha estado expandiendo su negocio a estados lejos de Ixtapan de la Sal y del Estado de México, como Baja California Sur o Querétaro.
El vocero del presidente, Sánchez, dijo que no había ningún favoritismo y que todas las licitaciones públicas se otorgan a través de un proceso transparente.
Información: WSJ