Para cubrir los alimentos recomendados para el desarrollo, se requieren tres salarios mínimos o un aumento del mismo de 200%.
Regeneración, 10 de enero 2017.- Un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) afirma que el poder adquisitivo de los trabajadores bajó un 11.11 por ciento durante los 4 años que lleva al frente de la presidencia Enrique Peña Nieto, a consecuencia del aumento en os precios de los productos básicos, aunque el salario ha aumentado nominalmente 12.8 por ciento.
El documento hace un análisis de la evaluación de los precios de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) para una familia conformada por dos adultos un joven y un niño desde 1987 hasta 2016.
Encontraron que de 2013 a 2016 los precios s de los productos de consumo básico se incrementaron en 26.9%, o cual deriva en que “los incrementos de salario mínimo son en realidad pérdidas del poder adquisitivo”.
La canasta conformada por 40 alimentos, llegó a 218.06 pesos diarios en octubre del año pasado, mientras que el salario mínimo era de 73.04 pesos a día y eso, sin contar la renta, transporte, vestido ni calzado.
Es decir, “con un salario mínimo sólo se puede comprar el 33.5% de la Canasta”, señala el documento.
Para poder adquirir los productos alimentarios recomendados por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, se necesitan tres salarios mínimos o un aumento del 200 por ciento.
En los últimos 30 años, la Canasta Alimenticia aumentó su costo un 5,800%.
Algunos productos:
- Frijol: su precio aumento 45 veces.
- Tortilla: cuesta 8,814% más que hace 30 años.
- Pan: tiene un precio 63 veces mayor que tres décadas atrás.
- Huevo: Mientras que en 1987 se podía comprar 9 kilogramos con el salario mínimo, para 2016 sólo se pueden adquirir 3 kilos, es decir, aumento su precio 34 veces.
El estudio recalca que esta situación impacta de forma negativa en las posibilidades de los trabajadores para tener una buena calidad de vida, ya que tienen que trabajar jornadas cada vez más largas, con malas condiciones, unirse a la informalidad y trabajar la mayor parte de miembros de una familia como sea posible.
Además, al menos 69.3 por ciento de los 52 millones de personas que conforman la Población Ocupada en México tienen ingresos menores a los que la Constitución señala que debería ser el salario mínimo, o sea, los ingresos que puedan cumplir sus necesidades normales de un jefe de familia tanto de forma material, como social, cultura y educacional.
La liberalización de los precios de la gasolina, también afectará el aumento mínimo de 4 pesos al salario pues este se “esfumará en apenas unos cuantos meses de inflación, considerando la tendencia que se observa en los precios de los productos básicos desde hace años”.
Con información de Proceso y Animal Político.