Desde que llegó a la Casa Blanca, Donald Trump no ha querido dejar su viejo Samsung Galaxy S3, con el que twittea y se comunica todo el tiempo. El Servicio Secreto y el Congreso tratan de convencerlo de obtener uno más seguro sin éxito.
Regeneración, 17 de febrero de 2017.- Uno pensaría que el presidente el país con uno de los servicios secretos más poderosos del mundo cuenta con un dispositivo móvil digno de una película de espías, pero no es así.
Donald Trump lleva demasiado tiempo prendado de su teléfono Samsung Galaxy, que según el servicio secreto no está habilitado para proteger la información confidencial a la que un presidente tiene acceso.
Muchos han alertado ya lo fácilmente que es hackear el modelo de teléfono de Trump, que permite hacerse con su control de terminal para convertirlo en un micrófono espía que podría escuchar cualquier conversación que ocurra cerca del teléfono, en cualquier momento.
El tema puede parecer uno más de los absurdos caprichos de Trump, pero esta mañana el congresista Ted Lieu, del partido demócrata envió una carta al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes para solicitar una investigación sobre el teléfono que el presidente se niega a entregar. “Este comportamiento es una flagrante afrenta a la seguridad nacional”, dice la carta, firmada por Lieu y otros 14 miembros de la Cámara de Representantes.
Aunque todavía no se sabe cuál sea la reacción de Trump, es probable que pronto lo obliguen a hacerse de un dispositivo más «a su altura».
Con información de NY Times y Forbes