Un informe de la UNICEF en conjunto con Coneval muestra que más de la mitad de la población menor a 18 años vive en pobreza.
Regeneración 27 de abril del 2016.- Más de la mitad de la población menor a 18 años en México vive algún tipo de situación de pobreza.
Esta es una de las preocupaciones que plantea el Estudio pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México 2012-2014, que presentaron de manera conjunta este miércoles 27 de abril el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef), sección México.
En el informe, que cita datos oficiales del gobierno mexicano relativos al año 2014, el Coneval y Unicef especifican que el 53.9% de la población de 0 a 17 años en el país (21.4 millones de 40) carecía de las condiciones mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos sociales, ya sea la educación, el acceso a la salud, acceso a la seguridad social, a una vivienda de calidad con servicios básicos, o a la alimentación.
O en otras palabras: 1 de cada 2 niños, niñas y adolescentes en México era pobre ese 2014.
Además, Unicef advierte que 4.6 millones de niños y adolescentes (11.5% del total de menores) enfrentaban condiciones de pobreza extrema en 2014, al presentar carencias en el ejercicio de tres o más de sus derechos sociales (acceso a seguridad social, vivienda digna, educación, etcétera) y ser parte de un hogar con un ingreso insuficiente para adquirir alimentos necesario a fin de tener una alimentación básica.
Por el contrario, de los aproximadamente 40 millones de menores de edad, sólo 6.8 millones (17%) no era pobre, ni enfrentaba ninguna condición de vulnerabilidad.
Las carencias más comunes en los jóvenes mexicanos son: El 27.6% (11 millones de menores) tenía carencias por acceso a la alimentación; el 24.8% (9.8 millones) por falta de acceso a los servicios básicos en la vivienda; 16.7% (6.6 millones) por carencia de calidad y espacios en la vivienda; 16.2% (6.5 millones) por carencia por acceso a los servicios de salud; y 8% (3.2 millones) por rezago educativo.
Pero otro problema central es que la cantidad de niños entre 2 y 5 años en pobreza extrema es muy alta y esta es una etapa vital en la vida.
“Las carencias vividas en los primeros cinco años de vida dejan huella, muchas veces irreversibles, por lo que los niños que las padecen deben recibir una atención urgente y prioritaria que favorezca su desarrollo y crecimiento”, hace hincapié Unicef, que insta al gobierno mexicano a invertir en el desarrollo de la infancia.
“Un punto central para erradicar la pobreza es la inversión en la infancia –recalca el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas-. Es necesario invertir oportuna, eficaz y sostenidamente en los niños, niñas y adolescentes, para minimizar, e incluso prevenir otros problemas económicos y sociales; problemas que van desde la delincuencia juvenil, hasta la maternidad adolescente y la violencia doméstica y social”.
En cuanto a la distribución por zonas geográficas, el informe detalla que Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Puebla, concentran la mayor proporción de población infantil y adolescentes en pobreza, con incidencias superiores al 70% en 2014.
Nuevo León, Baja California, Coahuila y Sonora, presentaron los menores porcentajes.
Vía Animal Político.