El director general de Servicios Técnicos de la SCT alertó que muchas obras colapsan por copiar y pegar planos de otros inmuebles sin tomar en cuenta el suelo y sin hacer ningún estudio.
Regeneración, 8 de octubre de 2017.- Jesús Felipe Verdugo López, director general de Servicios Técnicos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dijo que, en muchas obras de la Ciudad de México, se basan en modelos de otros edificios y se copian los planos, sin tomar en cuenta el suelo y sin hacer ningún tipo de estudio.
“Son estudios muy necesarios de impacto ambiental; si no tengo esos estudios, de seguro voy a tener un problema en la ejecución y en la calidad de obra”, dijo el funcionario.
Alertó que “me he encontrado en varias obras en donde el control de calidad se da por una iguala mensual, no con las necesidades que se tiene”.
Además, enfatizó que el error en el país es creer que la calidad de la obra empieza en su ejecución y en realidad, dijo, inicia desde el contratista.
Verdugo López dijo que es preocupante el “copy paste” en las obras, además de que fueron construidas entre corrupción y omisiones.
“Esa etapa (la de calidad) todavía no la revisamos. Me he encontrado en varias obras en donde el control de calidad se da por una iguala mensual, no con las necesidades que se requieren; entonces, si una obra vale mil millones de pesos y le dan una iguala de cien mil pesos al mes al que es de control de calidad, si el supervisor no tiene esos alcances de revisión, seguro no va tener una buena calidad la obra, si nosotros verificamos las obras sólo a 10%, ya sea el gobierno o el privado, tampoco van a tener buena calidad”.
Cabe mencionar que en la Ciudad de México, además de los edificios colapsados, más de ml inmuebles resultaron con afectaciones luego de los sismos del 7 y 19 de septiembre, por ello Verdugo dijo que los constructores deben asumir su responsabilidad.
“Tenemos un problema fuerte: tenemos que cambiar la percepción de que la gente, los constructores, acepten que la calidad es de ellos, que no cuando se termina (la obra) se acaba el compromiso, ¡no!, damos una fianza de garantía de un año y ahí nos olvidamos, ¡no!, la obra tiene una vida útil de 20 o 30 años y esa vida útil se debe cumplir si cumple con la calidad”, aseveró.
Añadió que “tenemos que ir viendo esa etapa importante, que es la elaboración de los proyectos, seleccionar a los mejores. Y nos vamos a la parte de la contratación. Si yo contrato la obra pública o una obra privada, y no tengo el traje a la medida, que son unas bases completas, un catálogo de conceptos, una normatividad apegada al proyecto, a los reglamentos, y hago un machote como cualquier otra obra, hago un copy-paste de una licitación con otra, de seguro voy a tener muchos problemas”.
Verdugo llamó al sector público y privado a tener muy claro los alcances de la contratación, o la licitación pública, si es el caso.
Con información de Excélsior