Sismológico Nacional: 40 nuevas estaciones de monitoreo que se sumarán a las 100 estaciones existentes en México
Regeneración, 15 de septiembre de 2025. A 40 años de los devastadores sismos de 1985, y en un país donde la solidaridad ciudadana se ha erigido como un pilar fundamental de la respuesta ante desastres, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) anunció un importante proyecto de expansión.
Con la incorporación de aproximadamente 40 nuevas estaciones, la red de monitoreo se fortalecerá, especialmente en el norte del país, una zona con cobertura limitada.
Este proyecto, que se extenderá por cerca de dos años, será financiado con recursos del Fondo de Prevención de Desastres Naturales de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Lo anterior, informó Arturo Iglesias Mendoza, jefe del SSN.
«Se fortalecerá donde tenemos menos cobertura, porque sabemos que hay sismicidad que no registramos», explicó.
El objetivo es mejorar el monitoreo en estados como Chihuahua, Nuevo León, y zonas del sur como Oaxaca, que aún necesitan una mejor cobertura.
Una historia de progreso y tecnología
La expansión del SSN se enmarca en la conmemoración de sus 115 años de operaciones.
Su historia es una crónica de la evolución de la sismología en México.
Inaugurado el 5 de septiembre de 1910, el servicio nació como respuesta a una iniciativa internacional para monitorear los movimientos telúricos a nivel global.
Luis Quintanar Robles, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, recordó que la estación central se estableció en Tacubaya, como una decisión política.
Misma que, a la postre, «ayudó, de manera significativa, al desarrollo de la sismología en México».
Hoy, el SSN opera con tecnología de punta que incluye sensores de velocidad, aceleración y GPS.
Su red actual se compone de unas 100 estaciones, de las cuales 70 están distribuidas por toda la República y 30 en el Valle de México.
Además, el sistema se complementa con información de instituciones colaboradoras y un centro de monitoreo alterno en Pachuca, Hidalgo.
Este «espejo» garantiza la continuidad de las operaciones en caso de que la sede principal en Ciudad Universitaria fallara, una medida de seguridad crucial para un servicio de su importancia.
Sismos de 1985: un antes y un después
Los sismos de 1985 marcaron un punto de inflexión para el SSN.
A diferencia de hoy, donde la localización de un sismo se puede saber en minutos, en aquel entonces se requerían horas y el traslado de personal para revisar los registros, lo que puso en evidencia la necesidad de modernizar el sistema.
El desastre de 1985 impulsó la conciencia de la sociedad mexicana sobre la vulnerabilidad sísmica del país.
Relevancia
Según Arturo Iglesias, este evento llevó a que el SSN recibiera mayor presupuesto y relevancia.
«Hoy todo mundo -creo- está de acuerdo en que es importante para la Universidad y para la sociedad», comentó.
El SSN salva vidas de manera indirecta, contribuyendo al desarrollo de reglamentos de construcción más seguros y al establecimiento del Sistema Nacional de Protección Civil, que no existía antes de 1985.
La confianza que la sociedad ha depositado en la institución es un reflejo de la calidad de su trabajo.
