Verdugo de Víctor Jara enfrenta la justicia, 50 años después de ejecutarlo

Pedro Barrientos regresó a Chile deportado de EE.UU y fue arrestado por la Policía para hacer frente a la Justicia por asesinato de Víctor Jara

Pedro Barrientos regresó a Chile deportado de EE.UU y fue arrestado por la Policía para hacer frente a la Justicia por asesinato de Víctor Jara

Regeneración, 1 de diciembre de 2023. Portales destacan que medio siglo después del asesinato de Víctor Jara, su verdugo enfrentará la justicia en Santiago de Chile.

Así, se indica que el antiguo oficial del Ejército chileno Pedro Barrientos regresó hoy a Chile deportado desde Estados Unidos donde se había ocultado.

Jara

Cabe destacar que en el año 2016 un tribunal estadounidense lo señalara como uno de los autores de la muerte del afamado compositor y activista.

Asimismo, se indica que su principal impulsora, era Joane Jara, viuda del artista, quien murió el pasado octubre.

Y es que se trata de un sujeto de 76 años, Barrientos de nombre, que era un joven oficial formado por instructores de la infausta Escuela de las Américas.

Misma, financiada y gestionada por Estados Unidos en Panamá.

Además, al que junto con otro grupo de unidades golpistas se le asignó el control de los detenidos durante el golpe de Estado contra el gobierno democrático del presidente socialista Salvador Allende.

Muerte

Según diversas fuentes, Barrientos formaba parte de un grupo de nueve oficiales formados en la igualmente infame Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes (Chile).

Y mismos que se encargaron de la represión y tortura sistemática de Jara y de los miles de personas que durante más de dos meses sufrieron en los camarines y gradas del coliseo.

E incluso, Infobae subraya que ocho de ellos -Hugo Sánchez, Raúl Jofré, Edwin Dimter, Nelson Haase, Ernesto Bethke, Juan Jara, Hernán Chacón y Patricio Vásquez- fueron condenados años atrás.

Esto, a cumplir la pena de 15 años y un día por el asesinato tanto del músico como del ex director de prisiones, Littré Quiroga

Libre

Al tiempo que se señala que solo Barrientos se había librado hasta la fecha, y lo hacía porque en 1989, previendo la posible caída de la dictadura de Pinochet, había logrado escapar a Estados Unidos.

Al tiempo que se indica que en 2012, en un documental de la televisión chilena, su caso volvió a salir a la luz a través de los testimonios de un soldado raso que esta a sus órdenes en el Estadio Nacional.

Dice

El testigo se llamaba José Adolfo Paredes Márquez, tenía apenas 18 años el día del alzamiento.

Así, Paredes contó, también ante el juez instructor del caso, que varias veces vio a Barrientos en el lugar en que se interrogaba, torturaba y ejecutaba a los presos.

Esto, junto a a otro teniente de Tejas Verdes, Jorge Smith, y que en una de esas veces vio a un grupo de detenidos con los ojos vendados a los que ambos insultaban y golpeaban.

Y, entre los que estaban Quiroga y Jara.

Muerte

Al día siguiente dijo, Paredes volvió a ver a ambos prisioneros, los dos en malas condiciones, momento en el que Barrientos decidió jugar a la ruleta rusa con uno de estos; escogiendo a Víctor Jara.

Según su relato, el oficial mantuvo de pie al artista; quien tenía sus maltratadas manos esposadas en la espalda, y con su arma corta en la nuca, le disparó mortalmente.

Seguidamente, se indica que la declaración de Paredes la confirmaron otros soldados; en especial José Navarrete Barra, destinado en el Regimiento de Ingenieros Nº 6 “Azapa” de Arica.

Mismo, quien escucho una conversación años después de Barrientos y Smith sobre «cuando matamos a un artista”, «el comunista ese conchesumadre Víctor Jara a quien le pegué unos tiros”, dijo Smith.

Y ante lo que Barrientos reconoció haberle “..pegado un tiro en la cabeza a Víctor Jara».

Horror

Jara fue encontrado pocos días después de su asesinato; ocurrido el 16 de septiembre de 1973, con su cuerpo destrozado por 56 fracturas óseas y 44 balas.

Además, junto a él fue hallado Littré Quiroga; abogado y militante del Partido Comunista, también con 47 fracturas en su cuerpo y 23 heridas de bala.

43 años después, un tribunal estadounidense consideró los hechos probados, pero Barrientos no fue extraditado a Chile porque su condición de ciudadano norteamericano lo impedía.

Sin embargo, se demostró que había mentido en su aplicación a la ciudadanía y apenas dos meses atrás fue despojado de la misma.