Victorias aladas y Ateneas: paro en la Facultad de Filosofía y Letras

Victorias aladas y Ateneas
Crónica I. El paro desde el 4 de noviembre de 2019
Por:Tania Saavedra y Pamela Gutiérrez

Victorias Aladas y Ateneas. Esta es la primera de una serie de crónicas, en las que se busca transmitir contenidos de los mensajes desde las propias demandantes y manifestantes

Regeneración, 9 de noviembre de 2019. La mañana del día lunes 4 de noviembre de 2019 el Director de la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Dr. Jorge Linares Salgado emitió un comunicado.

En el que, entre otros contenidos, se expresaba el posicionamiento de las figuras que ocupan la Dirección donde se invita al diálogo para: “construir colectivamente una cultura permanente de relaciones respetuosas y pacíficas.”

En dicho comunicado, que se interpretó por la comunidad universitaria de distintos modos, se dejaba entender el posicionamiento de la Dirección con respecto a algunas de las demandas de las manifestantes y colectivas involucradas en el paro convocado.

Colectivas y compañeras se expresaron con negativa a la respuesta insuficiente por parte de las autoridades.

Esto, además acompañado de directrices gestadas por las propias
manifestantes, las cuales se han legitimado a través del diálogo y el trabajo en comunidad.

La Victoria Alada y Atenea

En el comunicado por parte de la Dirección de la FFYL prevalece la disculpa y la excusa sobre el “borramiento”, no llamado desaparición o destrucción, de un “patrimonio” de las
movilizaciones presentes en nuestra facultad: “La Victoria Alada y Atenea besándose “, una
murala que se puede leer como una expresión estética y política que contiene símbolos de
las identidades de varias manifestantes, y desde donde varios posicionamientos se
construyen, frente a las situaciones de violencias dirigidas a (in)contabilizadas víctimas que
son parte de nuestras distintas comunidades al interior de la Universidad o que coexisten en nuestra casa de estudios.

Las agrupaciones que han tomado iniciativa y actitudes proactivas para el acompañamiento, cuidado y protección de víctimas, se han caracterizado en las últimas semanas como frentes sororos construidos por distintas formas de feminismos, además de conjugar otras ideologías, pero con el sentido en común de defender la dignidad de todas las integrantes de la comunidad, así como de perseguir la verdad y la justicia para la contención de todos los involucrados.

Así mismo, han funcionado como canales de veracidad, investigación y
desambiguación de la información sobre los temas y los actos referentes a las distintas
manifestaciones de violencia dirigida a las identidades vulneradas en nuestra Facultad,
particularmente las violencias dirigidas a la comunidad de sexo femenino y otras.

El comunicado de la Facultad desplazó el discurso central de las manifestantes hacia la
murala, cuando el acto cometido contra este símbolo de las luchas sólo dio pie a retomar: las negociaciones no cumplidas; las denuncias no atendidas; las voces acalladas; la protección de víctimas; los asesinatos impunes; las desapariciones forzadas; las violencias
institucionales; los actos de corrupción; la omisión en la actuación de funcionarios públicos;
la investigación a perpetradores. Todos estos temas retomados por y desde los movimientos estudiantiles gestados al interior de la propia comunidad.

Los primeros comunicados desde la Dirección, y otros comunicados construidos por
autoridades de la Facultad (hasta en grupos de redes sociales virtuales), invisibilizan y limitan el conocimiento del resto de la comunidad sobre los hechos y posicionamientos, al desvirtuar u omitir los contenidos de las demandas puntuales por las cuales se tomaron las decisiones para la instauración del Paro el día lunes 4 de noviembre.

-Ante la apatía, la desinformación, la necesidad de participación y acompañamiento a
nuestras demandantes, víctimas y manifestantes, en esta columna nos sumamos a la labor
de informar e invitar a todos los integrantes de la sociedad en las distintas acciones
necesarias para prevenir y atender las violencias en nuestra Universidad. Fuerza a nuestras
Victorias aladas y Ateneas, quienes -gloriosas- nos sostienen a todas.-

 

Esta es la primera de una serie de crónicas, en las que se busca transmitir contenidos de los mensajes desde las propias demandantes y manifestantes, principalmente, quienes entre otras exigencias demandan la necesidad de espacios seguros para todas, los cuáles no pueden ser brindados ni garantizados con fallas en el marco jurídico y los protocolos de
atención, así como autoridades negligentes o incluso ellos mismos acusados por violencia de género, a lo que se ha exigido también su destitución.

Las autoridades señaladas responsables hasta el momento son:

Jorge Enrique Linares Salgado: actual director de la Facultad de Filosofía y Letras
Durante su gestión se han repetido casos de filtración de datos personales, desestimación
injustificada de denuncias, pruebas y testigos, así como culpabilización y revictimización de
las denunciantes. Se exige también el esclarecimiento de recursos durante su administración.
Ricardo Alberto García Arteaga: Secretario GeneralCon más de una acusación en el marco de denuncia de #MeToo, la administración actual de
Facultad de Filosofía y Letras no ha tomado medidas ante agresores dentro de su mismo
organismo.
Amparo Yadira Coronado Zavala: abogada de la Unidad de Atención a Casos de Violencia de Género de la FFyL. Brindó pláticas de “prevención” a violencia de género a alumnos de nuevo ingreso con comentarios misóginos que revictimizan y culpabilizan, así como advertencias que vulneran a las denunciantes.
Luis Jesús E. Juarez: abogado general de la FFyL: Señalado de intimidar a denunciantes y obstruir los casos encubriendo a los acusados y tramitando denuncias falsas de difamación. Ante estas solicitudes, la facultad se ha posicionado a través de comunicados en una disposición “siempre abierta al diálogo” pero “sin quejas formales”, ni “motivos laborales que justifiquen la destitución o renuncia” de ninguna persona para la atención a las demandas.

De igual forma se llamó a un “diálogo público”, el cual las manifestantes rechazaron pues
para las oponentes fue convocado unidireccionalmente por la dirección, y recalcan que las
exigencias eran lo suficientemente claras y concisas incluso antes del paro, pero fueron
ignoradas. No es la primera ocasión que la FFYL es criticada y se encuentra en un paro de
labores por problemáticas de violencia de género, tal y como sucedió ante el caso de Mariela

Vanessa, quien lleva 18 meses desaparecida y que sin embargo solo tuvo como respuesta
de la facultad ser dada de baja como alumna sin haber brindado siquiera un pronunciamiento a tiempo por su desaparición. Además los scraches y tendededores en las instalaciones que también son eliminados a la brevedad, y criminalizadas a sus realizadoras.

En respuesta y apoyo se convocó a denunciar los casos de omisión y revictimización con el
hashtag #ignorastemidenunciaFFyL para visibilizar las experiencias de omisiones y
negligencias constantes, y ha tenido eco por su apelación a casos constantes y reales en la
comunidad.