Por José Manuel Fuentes
RegeneraciónMx. – Después de cinco años sin cumbre de Líderes de América del Norte (también conocida como la cumbre de los 3 amigos), se llevó a cabo el paso 18 de noviembre, en donde se reunió, por primera vez, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con sus homólogos estadounidense Joe Biden y canadiense Justin Trudeau.
Los temas que se trataron fueron diversos e importantes, pero nosotros nos concentraremos en la coyuntura geopolítica y las guerras regionales que están por venir.
Esta cumbre se da en una coyuntura geopolítica inquietante, en primer lugar, se ha agudizado la rivalidad de Estados Unidos y China, la cual se vio reflejada en la cumbre virtual entre Joe Biden y Xi Jinping.
Por otro lado, la reactivación de la cumbre es importante porque forma parte de la nueva era de los “regionalismos”, como todos saben, ya la globalización (orquestada por EU) está agonizando como lo han señalado varios geopolíticos. Ahora, en el lugar de la globalización están resurgiendo los “regionalismos”.
A lo que nos lleva a preguntarnos: ¿América del Norte es un regionalismo? ¡Claro! Es uno de los más importantes a nivel mundial, el cual se fortaleció con la firma del T-MEC (Tratado de México-Estados Unidos-Canadá) durante la era Trump (2017-2021). En ese sentido, no podemos olvidar que Donald Trump reestructuró las reglas del regionalismo de América del Norte para competir con China.
Por su lado, China ha fortalecido la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), el cual es un acuerdo de libre comercio y un regionalismo en el que participan los 10 Estados miembros del bloque de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y China junto con Japón, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur.
Profundizando en el análisis, nos debemos preguntar: ¿Por qué le interesa el RCEP a China? la respuesta es sencilla, China pretende implementar su nuevo proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, por otro lado, Estados Unidos, de forma desesperada, pretende detener ese proyecto a través de regionalismos. Por esta razón, Canadá y México son socios (geo)estratégicos para Joe Biden, quien encabeza la (nueva) guerra fría contra China.
Por su lado, el presidente mexicano AMLO enfatizó, durante su discurso en la cumbre, que ante el crecimiento de China es necesario fortalecer las economías en América del Norte, lo cual me llamó mucho la atención. Porque no es la primera vez que AMLO aborda el tema de China, debemos recordar que, en su libro A la Mitad del Camino, mencionó que ante “el crecimiento desmesurado de China ha fortalecido en Estados Unidos la tendencia a vernos como aliados y no como vecinos distantes o como extranjeros peligros”. A mi modo de ver, el presidente sabe que estamos viviendo una nueva era de regionalismos, por ello aceptó el regionalismo de América del Norte.
De igual manera, AMLO, quien es un (geo)estratega, ha propuesto la creación de un tipo de Unión Europea (UE) en América Latina, lo cual sería un regionalismo fuerte para competir con China. ¿Está película dónde ya la vimos? ¿Se acuerdan? Yo sí, desde varios meses lo he alertado, la vimos en el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) una vieja arma (geo)estratégica de EU, la cual fue enterrada por Hugo Chávez y Néstor Kirchner en noviembre de 2005.
Y yo me pregunto: ¿Biden utilizará la popularidad de AMLO en América Latina para revivir el ALCA? ¿Se podrá lograr una autentica unión americana? ¿Qué opinan Venezuela y Nicaragua de esta propuesta?
En fin, estamos siendo testigos del inicio de las guerras regionales/comerciales encabezadas por Estados Unidos y China. Lo que es un hecho es que Biden logró reactivar la cumbre de los 3 amigos después de su tensa cumbre virtual con China. Vale la pena dejar una pregunta: ¿Cuál será el papel de la Unión Europea (otro regionalismo) y Rusia?
Estudiante de arquitectura y autor de más de un centenar de artículos de análisis geopolítico.
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