Como cada semana, Ana María Vázquez nos cuenta una historia del México de ayer y el de hoy.
Por Ana María Vázquez
RegeneraciónMx.- Te contaré algo que tal vez no viviste: era tradición que el presidente en turno eligiera a su sucesor, apoyado por el partido, lo colocaba en puestos públicos de importancia pero de escasa visibilidad mientras lo iba preparando, luego, un año antes, los medios comenzaban a hablar del “tapado” y hacían sus pronósticos, aunque ya se supiera quién ganaría, pero seguían el juego para engañar a las audiencias; al cierre del sexenio los acuerdos se daban: silencio y protección para el que salía, a cambio del apoyo total para el que entrara.
La elección, lo sabemos, era un simple trámite que justificaba ante el mundo y algunos ciudadanos poco enterados el cambio de estafeta.
Entraba un hombre distinto en forma, pero igual en fondo, con la misma convicción. Así pasamos muchos sexenios: Alemán, Ordaz, Echeverría y los que siguieron. Bajo el poderoso manto de un sistema tremendamente fuerte e inamovible, el “Todo poderoso” se convertía en parte de la “Casta divina”, el rey y nosotros los súbditos, alguien cuya palabra y ley nadie podía refutar porque de hacerlo, lo menos que podía ocurrirle era que lo silenciaran; lo más, que fuera desaparecido junto con su familia.
No obstante, el pueblo se agrupaba pidiendo justicia y exigiendo derecho, aunque la mayoría de las veces eran reprimidos por el ejército o encarcelados. No había forma posible de reclamar al “todopoderoso”, al ungido directamente por Dios de los asesinatos, la venta de territorios y activos, las desapariciones, las masacres…
La Ley de Revocación de Mandato, aprobada apenas el 7 de septiembre del 2021, constituye quizá uno de los mayores logros de la presente administración. Bajo el lema: “El pueblo pone, el pueblo quita”, se apela a algo a lo que no estamos acostumbrados, la Democracia Participativa, otorgándole voz y voto activos y en todo momento al pueblo.
El INE, encargado de la logística al voto popular, se ha negado sistemáticamente a implementar la llamada Consulta Popular; los medios tradicionales han sesgado la información de la misma, aduciendo que el actual presidente solo quiere inflar su ego al promover tan férreamente la Consulta. ¿Es esto así?
¿Te imaginas si hubiera existido la Revocación de Mandato durante el régimen de Ordaz, Echeverría, Calderón? La Revocación de Mandato, evita el derramamiento de sangre, una posterior guerra civil y fomenta el ejercicio de una democracia transparente y apegada a la ley. Sentar un precedente para que el pueblo ejerza su derecho y que se haga en este período, sentando jurisprudencia es fundamental para que en lo sucesivo no exista una fuerza inamovible que se ejerza desde la silla presidencial para beneficio de unos cuantos.
No es un capricho presidencial, es un precedente de protección para una democracia justa y equitativa. El Pueblo pone y el pueblo quita, es lo justo, aunque se opongan las rancias instituciones, porque esa es una de las grandes diferencias entre ser súbditos y ser ciudadanos.
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