El meteorito así como varias piezas de arte preocolombino que permanecían en el extranjero serán expuestas al público por primera vez en el país como parte de la exposición La grandeza de México
Redacción
RegeneraciónMx.– Hasta el 26 de abril se presenta en dos sedes, el Museo Nacional de Antropología (MNA) y el Salón Iberoamericano del edificio de la SEP, la muestra La grandeza de México, en la que se exhiben más de mil 500 piezas de arte precolombino nunca antes vistas en nuestro país.
La exposición ofrece un panorama único acerca de la vastedad del patrimonio cultural, la historia y las identidades que se gestaron en el territorio nacional. Baltazar Brito Guadarrama y Karina Romero Blanco, curadores de la muestra, subrayaron lo trascendente que es reunir obras patrimoniales pocas veces vistas e, incluso, inéditas museográficamente para el deleite del público mexicano.
Una de las piezas que se exhibe en la sala temporal del MNA es el imponente meteorito de Charcas, hallado en 1804 en San Luis Potosí, el cual fue llevado a Francia en 1867, cuando las fuerzas expedicionarias del mariscal François Achille Bazaine lo tomaron para su estudio científico cuando se retiraban militarmente de México. Ahora, fue trasladado desde el Museo de Historia Natural de París al de Antropolgía.
Divida en cinco apartados temáticos: Territorio: escenarios de vida y paisajes culturales; Espiritualidad: una vía para comprender el mundo; El individuo: origen y centro de las culturas; Simbolismo: ideas y representaciones del mundo y El motor de la historia, la exposición incluye piezas trascendentales para el devenir de la humanidad como cuatro olotes de maíz –el cereal más cultivado del mundo–, fechados con entre 10 mil y 12 mil años de antigüedad, los cuales son testimonio de los inicios de su domesticación en el Valle de Tehuacán, Puebla.
Otra obra de importancia que se exhibe por primera vez en México, en calidad de original, es el Mapa de Uppsala, fechado en 1550, que muestra un panorama topográfico de la Ciudad de México y su entonces entorno lacustre. Su traslado temporal a nuestro país fue acordado con las autoridades de la Universidad de Uppsala, en Suecia.
La Mujer chupícuaro, que estaba en el museo parisino Quai Branly, el llamado Penacho de Cuauhtémoc, así como a un cráneo humano trasladado desde el Museo del Hombre de París, durante mucho tiempo atribuido al tlatoani Moctezuma II, son otras de las piezas que por primera vez se exhiben en México, y que aunque no son fidediganas constituyen un documento histórico sobre la evolución de la nación.
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