Enrique Alfaro no sólo tiene a Jalisco sumido en una crisis en materia de seguridad y personas desaparecidas, sino que además lo está dejando hasta el cuello de deudas.
Por Melissa Cornejo
RegeneraciónMx, 23 de junio de 2022.- La administración de Enrique Alfaro Ramírez al frente del gobierno del Estado de Jalisco, ha sido sin duda, una de las más criticadas los últimos cuatro años. Habrá cierto sector que todavía se atreva a tachar las críticas y los desacuerdos como sensacionalistas, partidistas, o exagerados, y es por eso que he dedicado mi espacio en este medio a aportar datos duros y cifras escalofriantes que respalden mis opiniones.
La última ‘’sorpresa’’ que recibimos los jaliscienses hace unos días, fue la noticia del escandaloso aumento en la deuda de Jalisco. Y espero que esto no se mal entienda, pues no significa que no estemos enterados, e incluso vigilando las cifras, sino que en ocasiones parece que en tan sólo un par de semanas, los números crecen de forma desproporcionada.
Al inicio de la administración alfarista, la deuda de la entidad era de 17 mil 730 millones de pesos, y en los últimos años, en medio de mensajes confusos, contradicciones y justificaciones que no se sostienen, Enrique Alfaro se encargó de que la deuda llegara a los 38 mil 340 millones de pesos, que en vista del incremento, hace falta aclarar que eso es tan sólo lo que se debe a día de hoy, pues mañana la cosa puede empeorar. Estas cifras se traducen en un incremento del 216.24 por ciento.
Vale la pena hacer un apunte aquí y recordarles a mis amables lectores que este aumento en la deuda, el cual es el más grande en la historia de Jalisco, se da en absoluto contraste con sus repetidas promesas de no endeudar —más— la entidad federativa que pretende gobernar. Y que, además, los jaliscienses no logramos explicar en qué se están invirtiendo tantos millones de pesos, pues más allá de los nuevos e inútiles bolardos instalados en algunas zonas de la capital, la burla para seguridad de las mujeres materializada en los ‘’puntos púrpura’’, y el aumento a los presupuestos de los proyectos a realizarse en su gestión, no se ha realizado ninguna mejora significativa que justifique tan grandes inversiones.
Si algo podemos decir del gobernador de Jalisco, es que no es conformista, pues además de no querer irse con las manos vacías, no le basta con tener crisis en materia de seguridad y de personas desaparecidas; también quería llevarse el logro de llevar a Jalisco a su récord histórico en deuda.
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