Cada vez se agudiza más el debate al interior de MORENA para decidir quién llevará la candidatura a la Presidencia. ¿Qué tan a tiempo estamos para iniciar esta discusión?
Por Melissa Cornejo.
RegeneraciónMx, 8 de Diciembre de 2022.- Desde hace poco más de un año el panorama político al interior del partido (MORENA) ha comenzado a girar, en gran medida, en torno a discusiones acaloradas entre los simpatizantes de los distintos perfiles presidenciables. Si bien en el pasado he llamado a la unidad y a “aguantar” un poco para tener este tipo de debates, pues en su momento me parecían prematuros, esta vez me limitaré a hacer un par de apuntes para que este proceso no nos mate, ni aniquile al partido desde adentro.
En primer lugar, me parece una buena noticia que estemos teniendo este tipo de discusiones, pues eso no puede leerse de otra forma sino como una señal de que tenemos grandes cuadros en nuestro partido; mientras que en la oposición, entre todos los partidos y todas las alianzas —que se hacen y se deshacen— no pueden encontrar un sólo perfil que no sea impresentable, acá tenemos varias opciones.
Partiendo de ese orden de ideas, llamo a la mesura una vez más. No en el sentido de no expresarnos, no señalar, ni abstenernos de hacer críticas, sino de hacer un ejercicio de honestidad para que éstas sean justas. Pues nos guste o no, el candidato presidencial se elegirá por el método de encuesta, y será uno de los perfiles que ya suenan desde hace meses. ¿Qué quiero decir con esto? Que me parecen peligrosas las críticas desproporcionadas —de todos los “grupos”—, pues al final, todas las “corcholatas” están siendo atacadas y manchadas por igual. ¿A quién beneficia esto?
Como ya lo vengo diciendo: estamos en todo nuestro derecho de tener preferencias y apoyar a un perfil, o al otro, pero considero necesario que seamos mesurados y no busquemos destrozar al personaje que no termina de convencernos, pues los conservadores no se tocarán el corazón a la hora de usar los argumentos que nosotros mismos les estamos dando para destruir a nuestros perfiles.
¿No estaremos cediéndole terreno a la ultraderecha en nuestro intento de tener la razón? Es normal que en la izquierda surjan debates acalorados y discusiones de esta naturaleza, pero, ¿no es la unidad un precio demasiado alto a pagar? ¿Es más importante probar un punto que seguir con el Proyecto de Transformación?
Termino este breve texto así, dejando las preguntas sin responder, como un llamado a la reflexión, y recordando a Antonio Helguera, quien aceptaba que existían errores y aciertos, pero tenía claro que no atacaría absurdamente a un gobierno que esperó toda su vida.
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