Condenan a policía por matar a afroamericano en Atlanta

En medio de las protestas más intensas por el racismo en el País del norte, el oficial James Burns fue despedido.

 

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Regeneración 11 de julio de 2016.- El Departamento de Policía de Atlanta, Georgia, informó del despido de uno de sus oficiales por uso excesivo de la fuerza, tras disparar y matar el pasado mes a un hombre negro desarmado que era sospechoso de robo.

Las autoridades señalaron que el oficial James Burns fue dado de baja del departamento policial a raíz del incidente del pasado 22 de junio, en el que disparó y mató a un joven que supuestamente huía en un automóvil de un complejo de apartamentos en donde se reportó un robo.

Tras una investigación interna, el Departamento de Policía de Atlanta determinó que Burns se extralimitó al usar la fuerza letal contra Deravis Caine Rogers, un joven negro de 22 años que se encontraba desarmado al momento del incidente y murió en un hospital local poco después de recibir un disparo en la cabeza.

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Burns, que había ingresado al departamento de policía en 2013, no tenía incidentes disciplinarios previos a su despido, de acuerdo con la dependencia policial.

La decisión se da en un momento de gran crispación social y racial en EU, tras la muerte de dos afroamericanos, uno en Baton Rouge y otro en Minnesota, durante encuentros con oficiales de la policía, así como de cinco agentes a manos de un francotirador en una protesta en Dallas.

Al igual que muchas ciudades del país, la ciudad de Atlanta ha sido escenario de multitudinarias protestas en los últimos días, en su mayoría pacíficas, en las que los manifestantes expresaron su repudio por la muerte de afroamericanos a manos de la Policía.

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De igual manera, el Buró de Investigaciones de Georgia (GBI) señaló que el hombre que llamó al teléfono de emergencia 911 el pasado viernes y disparó a un agente policial no lo hizo motivado por «odio» hacia las autoridades, como se especuló en un principio, sino porque quería morir.

Tanto el policía emboscado como el joven que le disparó permanecen hospitalizados, aunque el pronóstico es que se recuperen por completo.

Stephen Beck, de 22 años, puede enfrentar cargos de asalto agravado contra un oficial.

Vía Excélsior