Las últimas 150 personas que se resistían se entregaron este sábado, hasta el momento se reportan 265 muertos.
Regeneración 16 de julio de 2016.- Las últimas tropas golpistas se rindieron la tarde de este sábado en Ankara y se entregaron a tres fiscales en los cuarteles generales del Estado Mayor y en un vecino campamento de la Gendarmería, informaron fuentes de seguridad.
Unos 150 implicados en el frustrado intento de golpe de Estado del viernes se entregaron este sábado, incluidos 13 oficiales navales de alto rango, indicaron medios locales.
El cuartel general del Estado Mayor fue uno de los focos de la frustrada rebelión del viernes, y el lugar donde fueron detenidos los principales oficiales que se negaron a sumarse al golpe, entre ellos el comandante del Ejército, general Hulusi Akar, liberado horas antes.
Los oficiales detenidos fueron trasladados en dos vehículos, mientras que la tropa de menor rango fue enviada en tres autobuses hacia el centro deportivo en Baskent, en el extremo occidental de la capital, dice el reporte.
Luego del golpe, el gobierno turco inició la destitución y procesamiento de centenares de militares y jueces, a los que acusa de estar involucrados en el intento de golpe.
En las primeras horas de este sábado, otros 700 militares se habían rendido a la policía, y los 150 detenidos de esta tarde fueron localizados tras una minuciosa búsqueda realizada por el cuerpo antiterrorista por los campamentos, informó la fuente.
Según cifras oficiales difundidas por Anadolu, la sublevación dejó al menos 161 civiles y partidarios del gobierno muertos y mil 440 heridos, así como una veintena de rebeldes muertos, y dos mil 839 militares golpistas detenidos.
Medios internacionales de prensa elevaron el balance este sábado a 265 muertos, y precisaron que entre los detenidos figuran 29 coroneles y cinco generales, que fueron destituidos, al igual que unos tres mil jueces.
El primer ministro Binali Yildirim atribuyó el intento de golpe a una presunta organización terrorista llamada Estado Paralelo, que estaría dirigida por el clérigo musulmán Fetulah Gulen, quien reside en Estados Unidos, y cuya extradición fue solicitada este sábado.